"A Nico (Jarry) lo respeto muchísimo, es un amigo, tiene un gran presente, pero tampoco es que está viniendo Nadal, al que si le pones polvo de ladrillo sabes que tienes un 90 por ciento de chances de perder", decía Guido Pella al diario transandino La Nación, para justificar la elección de la superficie de la serie de Copa Davis, entre Argentina y Chile, en San Juan, el 6 y 7 de abril.
Quiso el destino que ayer Jarry (73º) y Pella (57º) se enfrentaran en los octavos de final del ATP de Sao Paulo, en condiciones bastante similares a las que habrá dentro de un mes: arcilla indoor y algo de altitud. Sin duda, que un escenario ideal para saber qué esperar dentro de un mes.
Y por tercera vez en igual número de partidos, el chileno salió victorioso, con un resultado que refleja mucho sufrimiento: 6-7 (2), 6-4 y 7-6 (2), en dos horas y 19 minutos de juego.
Desde un comienzo, ninguno quiso darse ventaja. El zurdo transandino mostró un interesante servicio, que a ratos parecía ser impenetrable. Sin ir más lejos, en el set inicial conectó nueve aces, mientras que el Príncipe apenas pudo ganar dos de 22 puntos con la devolución sobre el primer saque del bahiense, quien además ganó la mayoría de los rallies de fondo. Con ese lapidario antecedente, llegaron al tie break, donde el tenista nacional estuvo excesivamente errático.
A ratos quedaba la sensación de que Jarry no tenía por dónde vulnerar a su rival. Sin embargo, una ventanita se abrió en el segundo parcial y el nieto de Jaime Fillol la aprovechó. Logró el único rompimiento del set y se encaminó a ganarlo. La clave estuvo en que mejoró consistentemente la devolución. De hecho, ganó el 60% de los puntos con el segundo servicio del rival.
Con el ánimo a tope, el crédito chileno entró al último capítulo. Pero se le puso cuesta arriba, luego de que Pella le quebrara el servicio. Lo que ocurrió después fue asombroso: el argentino cedió su saque a punta de errores no forzados. Al perder el game, se ofuscó y azotó su raqueta contra el piso, dejando un profundo hoyo en la cancha, razón por la cual el juez del partido, el español Jaume Campistol, le realizó una advertencia.
Ya en el cambio de lado, Pella no se calmó y dobló la raqueta hasta dejarla inservible. Todo esto, mientras el chileno se comía un plátano. Ahí el árbitro fue más drástico y le quitó un punto al argentino, quien en el primer set en un acto de fair play le había cedido a su rival un punto, pese a que el réferi había ordenado repetirlo.
El incidente marcó bastante a Pella, quien se desenfocó. Nico le volvió a romper y parecía encaminarse a la victoria. Sin embargo, cuando le tocó cerrarlo, su adversario recuperó el quiebre y emparejó las cosas. Todo se definió en el desempate, donde el Príncipe mostró su estirpe y cerró un durísimo partido, que le permite llegar por tercera vez consecutiva al menos a cuartos de final de un ATP.
Por el paso a las semifinales, Jarry se medirá ante el español Albert Ramos (22º), mismo rival al que derrotó en dos sets en el ATP de Río, la semana pasada. El partido fue programado para las 19.30, en la cancha central. De ganar, se acercará a los 65 mejores del mundo.
Sin embargo, deberá bregar ante el hispano y el cansancio que acumula. De hecho, en su cuerpo técnico esperarán hasta el final de su participación en Brasil para ver si es conveniente que dispute las clasificaciones de Indian Wells, tomando en cuenta que ya tiene un lugar asegurado en el Masters 1000 de Miami, al que llegará por la vía de una invitación.