La mejor raqueta del país sigue viva en el cuadro principal del Chile Open. Sin mostrar la mejor versión de su servicio, pero con una gran cantidad de variantes en su juego, el número 87 del planeta dejó en el camino a Diego Schwartzman y aseguró su presencia entre los ocho mejores del ATP de Santiago. 6-4, 4-6 y 7-6(2) fue el marcador para Nicolás Jarry.
Fue un partido muy apretado, con un público que estuvo en ambiente Copa Davis y en donde el capitalino fue de menos a más. Comenzó con dudas y su servicio no lograba darle una gran ventaja. De hecho, sufrió un quiebre en el 1-1 y terminó el primer parcial con un 53% de primeros servicios conectados. Por eso el set se definió recién cuando el argentino sacaba 4-5.
Allí se vio el mejor momento de un Jarry que jugó profundo y optó por buscar diferentes formas de cerrar los puntos. Pero el “Peque” opuso resistencia, a tal punto que de que el chileno necesitó de cuatro bolas de set para poder cerrar la primera manga.
Y esa sensación de que el partido no tenía dueño se prolongó en la segunda manga. Poco importó que el argentino estuviese visiblemente molesto por el estado de la cancha y su eficiencia con el servicio (pese a que todo el partido tuvo sobre 65% en los primeros saques). Incluso volvió a conectar el primer quiebre y se puso arriba en el marcador.
Diferencia suficiente para asegurar el segunda set. Fue el único quiebre de la manga y el definitivo. Schwartzman contuvo los ataques de Jarry para apretar el puño y estirar las emociones en San Carlos de Apoquindo. Todo se iba a definir con dramatismo.
Y aquella palabra estuvo presente a lo largo de todo el epilogo. Primero por el quiebre del ex top ten y después por el castigo que concretó Jarry en el sexto juego del set. Era una batalla de golpe a golpe, donde las diferencias eran mínimas.
Por eso el duelo llegó al tiebreak. Una instancia sin margen y en donde el tenista nacional mostró su mejor juego. Fue un transcurso en donde todo salió y en donde superó en cada faceta del juego al “Peque”. Estadio coreando su nombre y un 7-2 inapelable. Con drama, Jarry está en cuartos. Ahora lo espera Hanfmann.