Nicolás Jarry (73º) tenía una buena oportunidad de acceder a la segunda ronda del US Open, luego de que el canadiense Milos Raonic se bajara del cuadro principal y en su reemplazo ingresara el polaco Kamil Majchrzak (94º). Eso obviamente le abría las posibilidades al chileno. Sin embargo, la irregularidad del nacional nuevamente se hizo presente y terminó cayendo por 6-7 (2), 7-6 (5), 7-6 (6), 1-6 y 6-4, en tres horas y 40 minutos.

En cuanto a números, el chileno no hizo una presentación desastrosa ni mucho menos. Logró 33 aces, generó 12 chances de quiebre, logró 74 winners. Eso sí, los 60 errores no forzados que tuvo contribuyeron a que el resultado no fuera el esperado, ya que más que la cantidad, lo complejo fue en el momento en que aparecieron, pues en todos los sets tuvo claras opciones de ganar.

En el segundo parcial estuvo quiebre arriba y en el tercero dejó ir seis set points (tres seguidos en el tie break). Y pese a que siguió luchando, le faltó la contundencia para cerrar el partido y avanzar a la segunda ronda, frente a un rival que batalló y supo aguantar al chileno.

La derrota complica por la forma en que se da y porque nuevamente desnudó falencias que en cierto modo se han tornado reiterativas, en un tenista que tiene el potencial para estar mucho arriba de lo que está. Los nervios y la ansiedad nuevamente impidieron que Nico rematara un trabajo que en muchos momentos no fue malo.

En los próximos días, Jarry (quien jugará dobles en Nueva York con Christian Garin) deberá comenzar a definir los torneos que jugará en la parte final, en la que tendrá que remar desde abajo en varios certámenes, debido a su baja en el ranking.