El 23 de junio de 2011 fue la última vez que un chileno salió victorioso de un partido de grand slam. Ese día Fernando González, en el ocaso de su carrera, venció en tres sets al sudafricano Rick de Voest en la segunda ronda de Wimbledon.
Siete años después y en el mismo escenario, Nicolás Jarry (66º) consiguió su primera victoria en un major. Lo hizo ante el serbio Filip Krajinovic (30º), un rival que venía de una inactividad de más de cuatro meses, por un problema en el tendón de Aquiles. El partido fue duro, pero el chileno mostró el suficiente tenis para sacar adelante el duelo ante el 28º sembrado.
"Haber ganado aquí significa un poco más, porque es el torneo que más me gusta. Vine un par de veces con mi abuelo, cuando tenía diez y 11 años, en 2005 y 2006. Mi abuelo jugó al tenis, llegó a ser top 15 y uno de los fundadores de la ATP, por eso yo tenía pase para ir a los camarines. Incluso, tengo un libro de Wimbledon con millones de autógrafos de los más grandes", recordó el número uno chileno.
En segunda ronda, enfrentará al estadounidense Mackenzie McDonald (103º), quien superó por 4-6, 7-6 (6), 6-3 y 7-6 (6) al lituano Ricardas Berankis (96º).
En tanto, Christian Garin (167º) dejó ir la victoria frente al francés Adrian Mannarino (26º), contra quien cayó por 6-3, 1-6, 7-6 (4) y 6-2. El número dos chileno mostró pasajes de gran tenis, pero no pudo cerrar con su servicio el tercer set. Luego, todo fue favorable para su rival, quien sentenció con oficio.