“Jarry ya se va”, pifias y lágrimas de Wawrinka: los puntazos que marcaron la dura noche del chileno en el ATP de Buenos Aires
El chileno vivió una pesadilla con la agresividad del público argentino, pero sacó adelante el partido con mucha concentración. “Siempre es muy difícil jugar con el público en contra”, dijo el chileno. Al otro lado, el suizo afirmó que “es difícil perder así, saqué para partido”.
Ni siquiera el clima adverso pudo opacar la victoria de Nicolás Jarry. El chileno, vigésimo primero del ranking del ATP, se impuso al suizo Stan Wawrinka en Buenos Aires, en tres sets y casi tres horas de juego, en una jornada de alta jerarquía.
Un enfrentamiento que estuvo plagado de buen tenis, con muchos tiros ganadores por ambos lados. Sin embargo, el buen servicio del chileno y passings shots pegados a la red los sacaron muchas veces de la presión, ante un europeo que fue números tres del mundo y que cuenta con tres torneos de Grand Slam a su haber.
Incluso, el propio deportista helvético aplaudió alguno de los tiros del santiaguino, pese al fragor de la ajustada batalla que se vivió en la capital del país transandino.
Clima hostil
Porque Jarry no solo debió lidiar con los ajustados golpes de su rival europeo. El público bonaerense estuvo constantemente en contra del crédito nacional, quien pese a la hostilidad nunca salió de la concentración.
Cuando estuvo más apremiado, sobre todo en el tercer y definitivo set, cuando Wawrinka sacaba para el partido en el décimo juego, los gritos y cánticos de “Jarry se va” se multiplicaron en la capital de Argentina.
Frente a cada ceacheí de los chilenos que asistieron al match hubo sonoras pifias de la parcialidad local, la misma que nunca dejó de alentar al suizo con cada punto ganado.
“Es cierto que siempre es muy difícil jugar con el público en contra, pero pude mantenerme tranquilo, intentando dar lo mejor de mí, tratando de ser lo más positivo posible”, dijo el chileno tras la ajustada victoria en los octavos de final del ATP 250, quien de ninguna manera respondió a las provocaciones del público después del triunfo.
Al otro lado, las lágrimas del helvético fueron incontenibles durante la conferencia de prensa. El tenista de 38 año espera relanzar su carrera, después de una serie de lesiones que hoy lo tienen en el sexagésimo puesto del ranking.
Por eso la derrota fue aún más dolorosa para él. No solo porque estaba mostrando una buena performance, sino que el hecho de estar tan cerca del triunfo encendió su tristeza.
“Siempre es difícil perder un partido así. Saqué para ganar el partido. Tuve oportunidades. Recibí el apoyo y disfruté muchísimo”, aseguró un emocionado Wawrinka durante la conferencia de prensa.
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