Jerarquía, fuga de talentos y calendario: las razones que explican la sequía sudamericana en torneos intercontinentales

Intercontinental Cup - Derby of the Americas - Botafogo v Pachuca
Botafogo fue eliminado pro Pachuca en los cuartos de final de la Copa Intercontinental. FOTO: REUTERS.

Hace una docena de años que un equipo de este lado del planeta no vence este tipo de torneos. Desde que se juegan con clubes de múltiples confederaciones, hace dos décadas, solo tres equipos del Cono Sur levantaron el trofeo, todos brasileños.



El fútbol europeo le ha sacado mucha ventaja al sudamericano. No es solo una apreciación cualitativa, sino que los números así también lo demuestran. Hace una docena de años que un club de esta parte del Mundo no gana la competición que agrupa a los clubes de todas las confederaciones de fútbol.

La riqueza de los planteles, la temprana exportación de figuras o simplemente la falta de jerarquía; son solo parte de las razones que explican esta carencia.

Desde que se juega ininterrumpidamente el Mundial de Clubes en 2005 (en 2000 se disputó una versión aislada), la secuela de la desaparecida Copa Intercontinental, los campeones de la Copa Libertadores lo ganaron tres veces en veinte ediciones: Sao Paulo en 2005, Inter de Porto Alegre en 2006 y Corinthians en 2012.

Una pobre cosecha que no solo se refleja en el primer puesto. Desde 2010, en seis versiones ni siquiera pudieron llegar a disputar la final, a la que siempre llegaron los campeones de la UEFA Champions League.

Un periodo que ha visto muchos fracasos para los cuadros de la región, otrora escuadras invencibles que plantaban cara a los europeos. En 2010, Inter de Porto Alegre fue derrotado en la semifinal ante Mazembe de la República Democrática del Congo y no pudo jugar la final ante Inter de Milán.

Tres temporadas más tarde, Atlético Mineiro de Ronaldinho Gaúcho cayó en semifinales ante el local Raja Casablanca de Marruecos y no pudo enfrentarse a Bayern de Múnich. Atlético Nacional de Medellín, en 2016, pasó la misma vergüenza frente a los japoneses de Kashima Antlers y no llegó la final ante Real Madrid.

En 2018, River Plate arribaba a la competición tras vencer a Boca Juniors en la final de la Copa. Sin embargo, consiguió a triste marca de ser el único equipo argentino que cayó antes de la definición, después de perder ante Al Ain de Emiratos Árabes Unidos. En 2021, Palmeiras perdió contra Tigres de México y se perdió el duelo ante Bayern.

El último traspié antes de una definición tiene a un chileno como protagonista. En 2022, Flamengo ganó el torneo con Arturo Vidal en el plantel. Si bien el chileno prometió una revancha contra el Madrid, el equipo de Al Hilal de Arabia Saudita dejó en el camino al Mengao.

Múltiples razones

Rendimiento que tiene acumula varios antecedentes. Causas que han permitido a los europeos sacar una ventaja superlativa en las últimas dos décadas. Es más, ganaron los último once títulos de manera consecutiva.

“Pasa a nivel de clubes, con sequías importantes, pero también ocurre con una región futbolística en general. Existen muchas razones, en ese sentido, existe mucha alternancia en los campeones de la Libertadores. Por ejemplo, hace mucho tiempo que los uruguayos, Peñarol y Nacional, ya no son campeones. Los argentinos bajaron mucho a nivel competitivo, no llegan a las finales, desde 2019. Últimamente, los campeones son todos brasileños”, explica a El Deportivo Claudio Coronel, exdirector de programación de Fox para Latinoamérica y gerente del Grupo Nación de Paraguay.

Pero los mayores desequilibrios se notan en la conformación de los planteles. Es cierto que gran parte de las figuras de esas escuadras del Viejo Continente son sudamericanas, pero también es verdad que no logran explotar en sus clubes de origen, antes de partir.

“Los jugadores se van muy jóvenes a Europa, antes incluso de haberse consagrado como figuras en sus equipos, sin haberse desarrollados. No es como antes, en los 90 o a principios del 2000. Ahí tienes el ejemplo de Juan Román Riquelme, tuvo que ganar la Intercontinental con Boca para irse a Barcelona. Vinicius Junior hizo pocos partidos en Flamengo y se fue con 18 años al filial de Real Madrid, lo mismo Endrick en Palmeiras”, advierte el analista transandino.

En la misma línea, Coronel agrega que “se van muy jóvenes y eso afecta a los equipos que lo forman. Quizás, si Vini se queda hasta los 20 años, Flamengo hubiera ganado más títulos. Esto es una sangría para los clubes, se hace sentir”.

Otro ingrediente que favorece a los europeos es la apertura de los mercados, en lo que a contratación de jugadores se refiere. La posibilidad de incluir refuerzos de varias nacionalidades y con presupuestos millonarios es un punto importante en la ecuación.

“En Europa, con la Ley Bosman se abrieron las fronteras, algo que se demoraron en aprovechar, ya que antes eran solo tres extranjeros. Ahora los equipos son selecciones internacionales”, dice el gerente de La Nación de Paraguay.

Encima, los presupuestos e ingresos que manejan los clubes europeos superan varias veces la realidad de los sudamericanos. En 2023, sin ir tan lejos, Real Madrid sumó cerca de 900 millones de dólares a su contabilidad. En el mismo periodo, Flamengo de Brasil- uno de los clubes más ricos de este lado del mundo- apenas superó los 200 millones.

“Esa diferencia que sacan los equipos del Viejo Continente pasa, más que nada, por un tema económico. No tanto por la cantidad de dinero, sino más que nada por la administración de los recursos. Desde principios de siglo llegaron muchos inversionistas millonarios a los equipos de ese continente. Los clubes de acá no llegan a esos valores. Por ejemplo, Flamengo o Palmeiras se pueden meter en el ranking de los 20 o 30 equipos más ricos del mundo, pero siguen estando lejos de esas cifras”, agrega Fernando Ferreira, gerente de la consultora Pluri, una de las más importantes de Brasil en deportes y negocios.

Falta de jerarquía

Precisamente, hace años que no existen equipos que sostengan el tiempo su poderío. Escuadras cuyo juego marcara épocas que, cada vez que aparecía la Libertadores en el horizonte, el favoritismo empezara en ellos. Tal como fue Sao Paulo en los 90 o Boca Juniors comienzos de siglo.

“Creo que fundamentalmente se ha perdido, jerarquía, calidad en el desarrollo del juego. En el último tiempo, muy pocos equipos de Sudamérica, a excepción del River Plate de Gallardo, han marcado una época, una tendencia en su funcionamiento y nivel de juego. Décadas atrás había entre seis y nueve equipos con esas características. Y se ha perdido jerarquía en el sentido de los jugadores”, decía hace un par de años Francisco Chiqui Arce, actual DT de Guaraní.

Una afirmación que también sostiene el exdirector de programación de Fox: “los equipos exitosos necesitan una mezcla de jóvenes con otros futbolistas más experimentados, que sepan dirigirse a los árbitros. Ahora existe mucha alternancia entre los campeones, no son planteles tan poderosos en el tiempo, no tienen tanto peso. Son equipos que se reforzaron bien en ese momento, con algunos jugadores que regresaron de Europa, pero no duran en el tiempo. Pero hay tantos campeones nuevos. Hoy no sales campeón con la historia”.

Calendario laxo

Fresca está la situación de Botafogo de Brasil. El cuadro carioca logró el título local y la Copa Libertadores, todo en dos semanas. Un desgaste que luego lo hizo viajar a Qatar, donde cayó 3-0 ante Pachuca de México, en la actual edición de la Copa Intercontinental.

“Mira lo que pasó ahora con Botafogo. En 15 días ganó la Libertadores y tuvo que cerrar el Brasileirao, que es un torneo muy importante en ese país. Como haces para que tu plantel no festeje y, tres días después, tienes que viajar a Qatar para jugar la Intercontinental. En 2018, cuando River fue campeón, le pasó lo mismo. No alcanzó a celebrar en Madrid y se tuvo que mover a Medio Oriente”, sostuvo Coronela.

Para luego concluir que “los europeos ahora llegan mucho más descansados a estos torneos intercontinentales. Tienen algunos recesos en sus ligas para poder afrontar estas competencias. Antes, los equipos sudamericanos tenían más descanso, salían campeones a mitad de año y podían llegar de buena manera para competir”.

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