Este jueves comienza en San Diego la 121ª edición el US Open de Golf, el tercer major de la temporada, donde Joaquín Niemann participará en busca de mejorar lo hecho en sus participaciones en torneos grandes, donde su mejor actuación fue un 23º puesto, precisamente en el abierto estadounidense del año pasado. Joaco llega con ganas de revancha después de su actuación en el PGA Championship, donde terminó T30, después de tener tres jornadas muy buenas en la zona de vanguardia del torneo.
En suelo californiano, el talagantino iniciará su periplo, a las 16.03, hora chilena, saliendo desde el hoyo 10 del Torrey Pines Golf Course (par 71), junto al sudafricano Garrick Higgo y el británico Matt Wallace. La meta de Niemann es consolidarse en este tipo de torneos. Ya hace unos días su coach Eduardo Miquel comentaba en El Deportivo cuál es la meta: “En el caso de Joaco, creo que le falta agarrarles el ritmo a los majors. Mi meta es que salga top ten en alguno”.
El actual número 31 del mundo llega al evento, que reparte US$ 12,5 millones en premios, después de unos días sin competir tras no pasar el corte en el Memorial Tournament, de Ohio, donde quedó fuera tras disputar 31 hoyos en un día, lo que le impidió continuar con su formidable marca de 20 certámenes consecutivos pasando a las rondas finales, lo que le valió el apodo de Señor Consistencia.
Sobre estos días de aclimatación, el golfista de 22 años hizo un análisis de la cancha y de las condiciones que va a enfrentar. “El campo se ve muy parecido a lo que estamos acostumbrados a jugar, aunque sé que se van poner más duros los greenes y va a ser muy difícil atacar las banderas. Depende de cada uno, yo creo que cuando uno juega bien cuando está difícil, es una de las cosas más satisfactorias”, expresó en declaraciones que recoge la agencia EFE.
El regreso de Rahm
El torneo, que contará con un récord de 10 participantes latinos, también será testigo del regreso de Jon Rahm, quien abandonó abruptamente en Ohio, luego de que arrojara positivo por Covid 19. Esto obligó a la organización a aislarlo rápidamente: “Desafortunadamente, tuve una muy buena actuación en The Memorial y me sacaron del torneo justo antes de la ronda final, pero reitero que el PGA Tour hizo lo que tenía que hacer. He escuchado muchas teorías diferentes, como que debería haber jugado solo. Todo es una tontería y las reglas están ahí y son claras”, señaló el número tres del planeta, quien solo días antes se había vacunado, pero aún no lograba la inmunización.
En ese sentido, el español lamentó los costos familiares que tuvo que enfrentar por la enfermedad. “Tras el positivo, simplemente permanecí aislado. Estaba un poco asustado porque, aunque me sentía bien, no quería que nadie se hubiera contagiado del virus en mi casa. No quería transmitírselo ni a Kelly ni a mi hijo pequeño. Creo que la parte más difícil de todo esto fue que durante casi diez días no pude ni siquiera pasar tiempo con mi pequeño”, confesó.