Joaquín Niemann volvió a estancarse en el cierre del US Open. Tal como sucedió el sábado, el golfista chileno nuevamente tuvo una irregular ronda que no le permitió mejorar sus números respecto a los días anteriores para despedirse del torneo en una mejor ubicación.
El talagantino firmó una tarjeta del día de +2, que dejó en +9 su acumulada. A falta que finalicen todos los participantes, quedó en el puesto 50, a 13 golpes de quienes son los líderes por ahora, el norteamericano Will Zalatoris y el inglés Matt Fitzpatrick.
La primera pasada fue negativa para el nacional. Tras sufrir en la tercera ronda, en la que concluyó con un score del día de +6 que prácticamente acabó con sus opciones de título, Joaco solo apostaba a intentar maquillar su resultado para al menos cerrar su participación con una sonrisa, lo que finalmente no ocurrió.
Los primeros nueve hoyos los completó con algunas dificultades. Su trabajo con el putt otra vez no estuvo preciso, lo que lo llevó a anotarse con su primer bogey del día en el tercer agujero. Luego de ese tropiezo, se nubló y no pudo reponerse. Completó la mitad inicial con una tarjeta momentánea de +1, obligándose a sí mismo a recuperarse en los agujeros siguientes para evitar perder más puestos.
A Niemann, quien quedó como el único chileno en competencia luego de que Guillermo Pereira no superar el corte el viernes, se le notó un poco mejor después, pero volvió a enredarse. Ya sin chances de pelear con la corona, solo le quedaba disfrutar e intentar lograr un alza para retirarse más tranquilo del certamen. En el agujero 11, se le vio más preciso y se anotó con un birdie con el que intentó recuperar la confianza.
Pero como fue la tónica en los últimos días, no pudo despegar y nuevamente se vio forzado a utilizar un golpe sobre el par en el hoyo 14. Aunque de inmediato embocó otro birdie, la irregularidad otra vez lo hizo sufrir sobre el final, cuando su frustración se reflejaba cada vez más en su rostro. Dos nuevos bogeys de manera consecutiva, en las banderas 16 y 17, y su tarjeta que había quedado en par, ahora estaba nuevamente con un saldo negativo, de +2, lo que se mantuvo tras el último agujero. El nacional miraba al cielo, así como pidiendo una explicación por su bajo nivel.
Joaco volvió a sufrir en el certamen y estuvo lejos de concretar su objetivo del día para finalizar más arriba en la clasificación. Ahora, deberá concentrarse en trabajar para evitar que los errores que le pasaron la cuenta en este torneo se repitan en el futuro. Más allá de lo pobre que fue su presentación, al nacional aún le queda mucho PGA por delante.