Johnny Herrera sufre por la U. Lo manifiesta abiertamente. El ex arquero y capitán de los estudiantiles se vale de su perfil en Instagram para revelar su amargura por la situación en que está el equipo laico. Una crisis que, sin ir más lejos, se traduce en hechos concretos: la caída frente a Curicó Unido, la invasión de los hinchas al campo de juego y la renuncia de Esteban Valencia, quien ocupaba la banca del equipo laico.
“Trote amargo después del partido de ayer, más que nada por todo lo que pasó”, manifiesta el símbolo de la escuadra laica. Después, aborda derechamente el principal fantasma que los acecha: la posibilidad concreta de disputar la liguilla de Promoción. “Pero este equipo no baja”, asegura, como una forma de llevar algo de optimismo a sus filas.
Buenas decisiones
En lo que sí es categórico es respecto de cómo salir del hoyo en que los azules se encuentran hoy. Aunque el mensaje es breve, igualmente es rotundo. “A tomar buenas decisiones”, plantea, en un mensaje que parece estar más destinado a Azul Azul, que deberá resolver el futuro deportivo de la institución en lo más inmediato, sobre todo considerado el precipitado adiós del Huevo, quien inicialmente iba a dirigir al equipo laico hasta fines de la actual temporada.
Históricamente, Herrera ha sido un ácido crítico de la dirigencia estudiantil, a la que ha responsabilizado de su salida de la institución, lo que lo dejó sin la posibilidad de cumplir el sueño de terminar su carrera en el club que más lo identifica.
Sin embargo, la exigencia más fuerte es para los jugadores. “Que jueguen los que tienen personalidad dentro de la cancha. Afuera no sirve”, manifiesta, quizás recogiendo el malestar de los aficionados, quienes ayer, de la peor forma posible, les exigieron un mayor compromiso a los futbolistas dentro del campo de juego. “Vamos la U mierda”, concluye, como una forma de levantar el ánimo a una institución que está decaída después de ocho partidos sin conocer de victorias.