Jorge Migueles: "En cuatro años Chile peleará por una medalla"

JORGE MIGUELES

El especialista, tres veces representante nacional en los juegos invernales, sostiene que "muchos terminan aburriéndose" de la dura vida en la nieve. Y afirma que Nicolás Bisquertt, el chileno más joven en la cita de Pyeongchang, tiene potencial para ser una estrella de esta modalidad.



Como muchos deportistas paralímpicos, la vida de adrenalina de Jorge Migueles (30) comenzó con una tragedia. Producto de un atropellamiento por un autobús, a sus 8 años, 'Koke' sufrió la amputación parcial de la pierna derecha, de la rodilla hacia abajo, pero entró a los registros del paralimpismo nacional al ser, junto a Tomás del Villar, el único chileno que participó en tres Juegos Paralímpicos de Invierno (Turín 2006, Vancouver 2010 y Sochi 2014) y cosechó un 20º lugar, en Sochi.

Tras 11 años de carrera, podios en copas norteamericanas y resultados en el top 15 de Copas del Mundo, el nacional se retiró en 2016 para estudiar Derecho. Pero sigue atento al esquí y cree que Chile puede cosechar su mejor resultado en estos Juegos.

En las tres ediciones de Juegos Paralímpicos que participó, ¿cuál fue el momento más memorable?

Los Juegos de Sochi 2014 en general fueron lo mejor, porque venía con mucho entrenamiento y logré el 20º lugar en el slalom gigante, el mejor resultado de Chile en unos Juegos. Hubo un chileno que sacó un 14º puesto antes (Patricio Morandé, en Salt Lake City 2002), pero antes los resultados se separaban por tipo de discapacidad: parados, sentados y con complicaciones visuales. Si hubiera sido así en Sochi, yo habría sacado medalla. Toda mi experiencia en Sochi fue increíble, porque ya me sentía parte de ese mundo y tenía muchos amigos allí.

En esta edición participarán cuatro chilenos, más que en cualquiera de las anteriores, y ninguno de ellos clasificó a través de wild card (invitación). ¿Eso habla de un avance en el paralimpismo invernal chileno?

Sí, por supuesto. Los Juegos buscan primeramente integrar la mayor cantidad de países que puedan, entonces se mandan wild cards para muchos participantes. Pero los chilenos hicieron el circuito mundial y sumaron los puntos necesarios para clasificar. Entonces no hay un buen nivel entre ellos, porque ninguno necesitó una invitación.

Entonces, ¿qué sería un buen resultado para un chileno en Pyeongchang?

Nicolás Bisquertt (esquiador alpino que participará en el slalom, slalom gigante, súper gigante y descenso) ya sobrepasó a los demás del equipo, así que tendría un buen resultado si termina en el top 10 o en el top 15. En cuanto a los demás, estaría bien si terminan entre los 25 mejores.

¿Cree que Bisquertt superará su marca y la de Morandé?

Sí. Él tiene tiempo, ganas de seguir y un nivel mayor que los demás. Si Bisquertt sigue haciendo las cosas bien, en cuatro años Chile peleará por una medalla. Y digo eso sin ser exagerado.

¿Y cómo ve usted el escenario nacional del deporte paralímpico de invierno?

Con los años, se ha masificado bastante. Hasta 2014 éramos dos esquiadores alpinos en la selección y ahora son seis. Pero aún no se realizan competencias en Chile, porque como existen tres categorías (de deportistas parados, sentados y con complicaciones visuales) debe haber un mínimo de competidores. Otros países hacen carreras sudamericanas y muchos paralímpicos entrenan en Chile, pero llegan en fechas distintas y no calzan juntos en el país, por lo que no se ha podido hacer una competencia oficial. Se podría hacer un torneo amistoso, por así decirlo, pero es muy caro hacer una carrera.

Los Paralímpicos suelen comenzar más tarde que los olímpicos en el deporte, pero ¿es posible que una persona accidentada tempranamente o nacida con una complicación comience temprano en el deporte de invierno en Chile?

Sí. Dependiendo de su condición física, una persona con discapacidad puede partir a los 4 años. En las escuelas de esquí del mundo ya hay divisiones paralímpicas, y en la Escuela Nacional de Esquí de Chile te capacitan. También hay fundaciones, como Montaña de la Alegría, que se dedican a llevar niños con discapacidad a la nieve. Todos los centros de esquí nacional aceptan niños con discapacides, pero Portillo lleva más tiempo: está haciéndolo hace 15 años.

¿Qué mensaje le transmiten al país los deportistas paralímpicos invernales?

Que muchas veces la gente hace las cosas por hacerlas, pero dedicarse a esto requiere de mucha pasión. Te tiene que gustar mucho, porque es tan duro que muchos terminan aburriéndose. Una vez llegué a soportar 40 grados negativos, a veces comienzas a entrenar a las cinco de la mañana… A veces ni mejoras tu tiempo después de un año entrenando. Es una vida sufrida. Yo estuve cuatro años solo con mi entrenador, no se sumaba más gente al equipo y muchos se salían. Pero quienes lo practican son tan apasionados que lo hacen todo con mucho agrado.

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