José Pedro Fuenzalida (35) no ha salido de su hogar en Talagante. Chapita reparte las horas entre su familia y los entrenamientos. “No me he aburrido para nada. Siempre hay algo que hacer. Como familia nos encerramos el domingo de la semana pasada”, cuenta.

¿Cómo distribuye su día?

Esta semana me costó adaptarme, pero estoy armando una rutina súper definida: me levanto a las 7.30 y comienzo el entrenamiento planificado. Trato de incluir a los niños en esa rutina para que hagan deporte. Después, hacemos las tareas y se almuerza. En la tarde, jugamos todos y a veces vuelvo a entrenar.

¿Cocina, lee?

Sí, cocinamos en familia. Nos gusta harto. Y estoy leyendo. Estoy metido en dos libros: Dos horas, de Ed Caesar, y La sociedad de la nieve. El primero es del maratón, bien entretenido. El segundo es sobre el accidente de los uruguayos. También leo cosas de alimentación, de liderazgo.

¿Hace yoga?

No hago yoga, pero me gusta pensar harto. Mientras elongo siempre hago una meditación para estar más tranquilo y poder relajarme.

¿Algún curso online?

El año pasado estuve haciendo uno de gestión deportiva. Se me dio vuelta por la cabeza, pero prefiero dedicar ese tiempo a la tarea de los niños, estar más disponible para ellos.

¿En qué consisten los entrenamientos que le envía la UC?

Son trabajo de fortalecimiento de tren superior e inferior. Harta pierna, harto brazo. También se hace harto énfasis en el tema abdominal. Por suerte tengo un jardín que me permite hacer otras actividades que me sirven de complemento.

¿Trabaja con balón?

Sí, también le meto balón. Tengo escaleras acá en la casa y también hago ejercicios de coordinación. Aprovecho a los niños. No los pongo de conos, pero entrenamos juntos. Ellos me hacen circuitos y compartimos.

¿Holan supervisa a diario?

Hay un control de las actividades que hago. Tengo que subirlas a unas plataformas para que nos hagamos responsables de lo que tenemos que hacer. No estamos de vacaciones.

¿Le pusieron un límite para excederse en el peso?

No, cada uno tiene su peso ideal y es su responsabilidad mantenerlo. Se puede subir un kilo, porque puede ser masa muscular. Pero no debiese variar de un kilo.

¿Ya llegó la primera charla del técnico en videoconferencia?

No, todavía no hay charla. El viernes y sábado estuvieron llegando los kits de entrenamiento. En los próximos días seguramente habrá alguna charla online.

¿En cuarentena se pierde la forma?

Es que en el fútbol es muy específico el tema de la cancha, de los entrenamientos. El ritmo de competencia es muy distinto a entrenar en casa. Uno lo nota cuando tiene una pequeña lesión que te deja fuera dos semanas, por ejemplo, por todo lo que te cuesta volver a la intensidad habitual. Vamos a necesitar por lo menos un mes para adaptarnos.

¿Pero se pierde forma física?

Es que son distintas cosas. Podemos mantener la parte aeróbica, pero la parte con la pelota va a llevar tiempo recuperarla. La velocidad, por ejemplo, que son trabajos específicos. Será difícil reinsertarse.

¿Será clave una pretemporada?

Creo que va a ser necesario. A medida que volvamos debemos tener un par de semanas para volver a la competencia. Sabemos que no nos podemos tomar todo el tiempo del mundo, pero lo más sano sería tener 10 días para volver a los entrenamientos, para ponernos en forma.

¿Es una desventaja el parón pensando en el momento de la UC?

Difícil saberlo. En la competencia veníamos bien, punteros, pero es imposible saber cómo afecta. Creo que este es un momento importante para nosotros, para el país, para el mundo en general, de cambiar un poco la mente. A todos nos ha cambiado un poco la percepción de la vida con el coronavirus.

¿En qué le ha cambiado?

En cambiar las perspectivas de lo que son las cosas importantes, de ver cómo estábamos y cómo debemos estar. Estábamos automatizados en el día a día. Esto nos sirve a todos para pensar. Para renovarse.

¿Se debió suspender antes el torneo nacional?

Fue muy acorde a cómo se venía dando todo. Me pareció que ese fin de semana que se jugó la última fecha se jugó bien. Y la evolución al ser tan exponencial obligó a cambiar todo en un par de días.

Las fechas del torneo se acortan. ¿Se debe cambiar el formato?

Nosotros tenemos una estructura definida. El campeonato acá es de febrero a diciembre, por ejemplo. Pero uno tiene que estar abierto a que las cosas pueden cambiar y hay que saber adaptarse. Una para de dos meses de un campeonato obliga a cambiar las fechas, y todos debemos ser capaces de adaptarnos. No podemos pensar que esto termina en dos meses y se vuelve a la normalidad. Hay que ser flexible y evaluar las mejoras formas de seguir el campeonato. Tiempo tenemos. Por ahí se termina más tarde, o se aplaza un año.

Los clubes buscan reducir los salarios de los futbolistas por la crisis.

En el fútbol chileno hay muchas carencias en los sueldos de los futbolistas en general, exceptuando solo algunos clubes. No me parece que sea una medida que pueda tomarse, por lo menos por el momento.

¿Le tomó el peso al coronavirus?

Lo veníamos siguiendo. Fue tan exponencial la aparición en Europa, que se sumó con la tardía reacción para toma de decisiones, que no se pudo frenar e iba a llegar de todas maneras acá. Eso generó incertidumbre y ha llevado a tomar decisiones rápidas. Siento que hay cierto control en el país. Las cosas están bien encausadas. Espero que todos nos hagamos responsables y pongamos de muestra parte.

¿Le asusta el coronavirus?

No, no me asusta. Pero hay que tener cuidado. Sabemos que es de cuidado, pero va en cada uno cuidarse. Los que podemos quedarnos en casa debemos hacerlo. Y los que no pueden, que tomen resguardos. Tenemos que cuidarnos entre todos.

¿Se aplicará cuarentena general?

Va a llegar la cuarentena total, pero hay temas país que hay que controlar. Uno piensa que podrían tomar medidas más agresivas, pero eso trae consecuencias. Hay mucha gente que necesita trabajar, necesita dinero para mantener a su familia.

¿El gobierno debe aplicar medidas más estrictas?

Es difícil tomar decisiones. Se han ido tomando de manera paulatina, han ido creciendo acorde pasan los días. Uno piensa que podrían tomar medidas más agresivas, como una cuarentena total, pero eso trae consecuencias porque hay mucha gente que necesita trabajar, necesita dinero para poder mantener a su familia.