Juan Carlos Peralta es dado de alta luego de estar hospitalizado por un ACV
El campeón de la Copa Libertadores con Colo Colo en 1991 estuvo internado en el Hospital Barros Luco.
“Me dijeron que si llegaba diez minutos más tarde, no hubiese estado contando esto”, cuenta Juan Carlos Peralta, histórico de Colo Colo y campeón de la Copa Libertadores en 1991. El martes, el exfutbolista fue internado en el Hospital Barros Luco producto de un accidente cerebrovascular (ACV). Este jueves fue dado de alta.
Su hermano, Cristián Peralta, fue quien se dio cuenta de sus problemas de salud: “Me percaté que mi hermano, estando sentado, tenía un brazo abajo, como si estuviera dormido. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que le dolía la cabeza y estaba cansado. Pasó el lunes, hasta que el martes vi que Juan Carlos tenía la boca chueca y lo llevamos de inmediato al SAPU, donde detectaron un ACV. Ahí, lo derivaron inmediatamente al Barros Luco, donde ingresó de urgencia”.
David Sáez, Neurólogo y jefe del Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco, entrega mayores detalles del estado en que arribó el exfutbolista: “Juan Carlos ingresó de gravedad porque toda lesión vascular cerebral puede dejar importantes secuelas o incluso producir la muerte. En su caso, tuvo el accidente vascular durante la noche, durante el sueño, el cual fue de carácter aterotrombótico. Afortunadamente, en lo que es una excepción, el trombo que hizo Juan Carlos se partió y se localizó en las ramas más terminales de los vasos sanguíneos que irrigaban el tejido”.
Ahora Peralta se retira del hospital sabiendo que lo que le ocurrió fue algo delicado: “Me voy a casa feliz con una recuperación que debo hacer muy detalladamente. Esta no la cuento dos veces”.
Cómo detectar un ACV
El ACV es una enfermedad que ataca a una de cada cuatro personas y actualmente es de las primeras causas de muerte en Chile. Además, de la cual es relevante poder reconocer los síntomas como así también saber que es “tiempo dependiente”; es decir, que cada segundo es de vital importancia para la recuperación de la persona que está desarrollando un ACV.
Si una persona presenta síntomas propios del ACV tales como problemas en el habla, entumecimiento del rostro o pérdida de fuerza en alguna extremidad, tiene un periodo de ventana de cuatro horas y media para ser atendido, que se determine qué tipo de ACV está padeciendo, se le practiquen los exámenes de seguridad necesarios y se inicie un tratamiento inmediatamente para evitar que las secuelas sean irreversibles, dice el Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco, Dr. David Sáez.
“En el caso de las personas mayores de 80 años, el lapso de tiempo para intervenir oportunamente es menor”, agrega Sáez.
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