Juan Cortés, ídolo en Talca
La historia del popular jugador de Rangers
Tenía sentido de fútbol, dribleaba cadenciosamente como Jorge Toro, le pegaba fuerte a la pelota y cabeceaba muy bien. No fue el crack que sus condiciones prometían sólo porque era débil frente a las invitaciones, que nunca faltaron dada su facilidad para el baile y el éxito con las mujeres. Estuvo en la selección B del plan de Fernando Riera para la Copa del Mundo 1962 y actuó, junto con Carlos Contreras y Eladio Rojas, en el preliminar de Chile 1- España 4 (julio de 1960); en la de Hugo Tassara que, con Juan Olivares, Eías Figueroa y Honorino Landa, derrotó 3-0 a Deportes Concepción Unido en Collao (marzo de 1966), y en la de Luis Álamos que se alistaba para el Mundial de Inglaterra 1966.
Juan Cortés Contreras nació el 18 de junio de 1938 en Santiago y falleció de un infarto el 28 de junio de 1998 en Perú, 10 días después de cumplir 60 años. Sus restos se hallan en el cementerio Jardines de la Paz, comuna de La Molina, a 40 minutos de Lima.
Medía 1,78 metros y pesaba 76 kilos, se inició en Magallanes (1956-1960), debutó en primera división en septiembre de 1956, jugó otros tres partidos en noviembre de ese año y reapareció en 1958. Ahí formó el terceto central con el argentino Héctor Torres (8) y Ricardo Cabrera (9).
Pasó a Palestino (1961 y 1962), donde fue centrodelantero con el transandino Roberto Coll y el Peta José Fernández a su lado. Su mejor campaña la hizo en Rangers (1963 a 1968) y el cuadro de Talca finalizó en el cuarto lugar en 1963 (compartido con Universidad Católica), en el quinto en 1964 (compartido con Colo Colo) y en el tercer puesto en 1965. Con Cortés como asistidor, Juan Soto y el argentino Héctor Scandoli anotaron 68 y 61 goles, respectivamente.
La popularidad del Negro Cortés se acrecentó en Talca luego de un incidente con Leonel Sánchez, de Universidad de Chile, quien terminó con el pómulo derecho inflamado y salió de la cancha sentado en la camilla. Ambos fueron expulsados (junio de 1967).
El empresario Abel Alonso, quien era su admirador, no sólo lo contrató en Unión Española (1969), sino que le dio trabajo en su fábrica de calzado. Cortés se desaparecía…
Viajó a Perú en 1970. Ese año no jugó, en 1971 y 1972 formó en Atlético Deportivo Olímpico (ADO), segunda división. Siguió a Ecuador y allá defendió a Carmen Mora de Encalada, provincia de El Oro (1973) y a Juventud Italiana, de Manta, provincia de Manabí (1974).
En Lima, se dedicó a la artesanía y dos veces a la semana entrenaba a niños.
Cuando expulsaron al portero transandino Héctor Giambartolomei, de Palestino, Cortés se puso al arco con la cuenta 0-2 frente al Ballet Azul. No había cambios en esa época, y Carlos Campos y Leonel Sánchez le convirtieron dos goles (enero de 1963).
Su tarde más efectiva ocurrió en el estadio Santa Laura: Magallanes 0- Rangers 6, con tres goles de Cortés al arquero Patricio Sasmay (junio de 1963).
El partido inolvidable de Cortés fue el 5-0 de Rangers a Universidad de Chile en el Estadio Nacional. Anotó el segundo y cuarto gol, y en el último recibió la pelota de su portero Arturo Rodenak en campo propio y avanzó eludiendo a medio equipo azul, incluyendo al meta Manuel Astorga (agosto de 1963). El diario La Nación le otorgó el premio Medallón de la Semana.
La mejor anécdota de Cortés en Magallanes es recordada por su compañero Custodio Sepúlveda (87 años, sobreviviente del accidente de aviación de Green Cross en 1961): "Habíamos jugado en Talca y lo entrevistaron después del partido. Al despedirse envió un saludo a su vecina y le preguntaron por qué no saludaba a su mamá. Explicó: 'En mi casa no tenemos radio…'"
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