Juan José Ribera no está sorprendido, ni mucho menos, con el anuncio del término de la relación con Audax Italiano, más allá de lo llamativo que resulta que la salida se produzca después de haber clasificado a los floridanos a la próxima Copa Sudamericana. Lo intuía hace rato, más allá de que recién ayer el club oficializó la decisión. “El tema fue súper simple. Nunca se me abrió la puerta para seguir. La única vez que hablé un poquito con (Fernando) Martinuzzi fue cuando salió el nombre de Jaime García. Me dijo que era mentira. Ayer me llamó Gonzalo Cilley, el presidente, y me dijo que iba a optar por otro técnico. No me sorprende, porque el fútbol es así. Igual, lógicamente después de ir logrando los objetivos y superarlos, porque el primero era salvarse del descenso, lo más normal es seguir, pero ellos son los dueños. Igual me lo esperaba. Cuando no te hablan a dos semanas de una posible renovación es lógico. A buen entendedor, pocas palabras”, sentencia el estratega.
El entrenador revela una máxima que lo refleja, junto a su cuerpo técnico. “Tenemos una premisa: queremos estar en un lugar que de verdad nos quiera. Eso es fundamental. Como Audax nunca nos propuso nada, entendimos que no había interés. Nunca nos abrimos a esa posibilidad, porque ellos no mostraron ese interés”, sostiene. Igualmente, precisa que hay sensaciones encontradas que lo recorren. “Audax es un club al que quiero mucho. Estuve en dos pasadas, dos años y medio. Nos salvamos dos veces, clasificamos a la Sudamericana. Estaba el mismo staff de siempre. Con los nuevos dueños se van a producir modificaciones”, añade.
El futuro
Ribera afirma que recién se pondrá a pensar en su futuro. “Ofertas no tengo ninguna. Recién nos estamos abriendo al mercado, que, probablemente, ni siquiera sospechaba que íbamos a salir de Audax. Si les preguntas a 100, 99 pensaban que iba a seguir en Audax. Era lo normal. Estoy esperando un club que se interese en nosotros. Aparte del proyecto y de la parte económica, priorizamos sentirnos queridos”, enfatiza.
En ese contexto, aborda un posible interés de Universidad de Chile, que busca entrenador después de la salida de Sebastián Miranda. “De la U no me ha llamado nadie directamente. Sé que de alguna forma mi currículo pudo haber llegado. Los números que acumulamos en Audax nos avalan. Que un club grande se interese por uno, estar sonando, como cuerpo técnico chileno, es un honor”, sostiene.
Siempre en el plano hipotético, es cauto al diagnosticar el presente azul. “Uno, en general, se va dando cuenta de las situaciones estando dentro y estando dentro va interviniendo. La U es un equipo que tiene reposicionarse a nivel internacional, ser protagonista. Es lo que pide cualquier equipo grande. Es un desafío”, describe.
Lo que sí establece es que no le teme a la posibilidad. “No es un equipo quema técnicos. Yo creo que esa es una visión negativa. A nosotros, tomar Audax peleando el descenso también nos podía quemar. Uno confía en el trabajo. Si te va bien en un equipo popular tus pergaminos suben”, manifiesta, con un grado de ilusión.
Luego sostiene que, a partir de hoy, estará pendiente de las propuestas que le puedan llegar. “Estamos con el teléfono prendido para cualquier equipo que se interese”, concluye.