Juan Román Riquelme da la cara por el bochorno de Boca Juniors que impide el debut de Gary Medel

Boca Juniors tendrá que hacer malabares para armar el equipo que afrontará el duelo frente a Independente del Valle, por la Copa Sudamericana. El club argentino no inscribió a tiempo a sus nuevas incorporaciones, lo que afecta directamente a Gary Medel, una de las nuevas caras de la escuadra argentina.

Las malas noticias aumentan. Este martes, por ejemplo, Edinson Cavani no pudo terminar la práctica con sus compañeros, aquejado de molestias musculares, por lo que tampoco viajará a Ecuador, en una baja particularmente sensible. El técnico Daniel Martínez tendrá que extremar recursos y creatividad para conformar una alineación competitiva frente a un rival tradicionalmente duro.

El bochorno obligó a Juan Román Riquelme, el presidente del club transandino, a dar la cara. Al margen de la idolatría que se le profesa por su prolífica carrera como futbolista en la entidad, el papelón pone en entredicho su gestión. “Hubo un tema de horarios. Estábamos tranquilos de que podíamos presentar la lista hasta las 7 de la tarde de Asunción, que serían las ocho de la noche nuestra. Mandamos el mail a las 7.43 de la tarde y al final no era así. Era a las siete de la tarde nuestra, seis de la tarde de Asunción, de Paraguay, por lo que nos dijeron”, sostuvo el exmediocampista.

“Esa es la realidad y nada más que eso, así que ahora a pensar en el partido que tenemos mañana. Con mucha ilusión, porque tenemos buen plantel y vamos a hacerlo de la mejor manera”, amplió, intentando desviar en algo la atención respecto de los cuestionamientos que recibe.

El timonel xeneize declinó responder si había analizado la situación con Martínez, remitiéndose a describir que suele mantener una comunicación fluida con el entrenador. “Hablo siempre con él, está todo normal. Estamos muy contentos porque mañana volvemos a competir, con mucha ilusión. Y, bueno, creemos que tenemos un buen plantel para hacerlo bien”, enfatizó, en la línea, otra vez, de evitar profundizar demasiado en las explicaciones respecto de un error impropio para un club de la magnitud del que dirige.