Juan Román Riquelme habla lo justo, pero cuando lo hace suele elegir las palabras justas, casi como las habilitaciones que solía entregar en su época de jugador. Ahora, el ex astro de Boca Juniors sale a criticar la decisión de trasladar la final de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors, al estadio Santiago Bernabéu, en Madrid.
"El Superclásico, en algún momento, se tiene que volver a jugar en la Argentina. ¿Qué vamos a hacer para que se juegue el próximo Boca-River? ¿Se va a tener que jugar en otro país? Pienso que ya no es lo mismo. Por más que quiera que Boca la gane, creo que la final se tiene que jugar en nuestro país. Nos la quitaron. Va a ser el amistoso más caro de la historia", declaró el símbolo xeneize a la radio La Red.
"(River y Boca) pusieron al fútbol argentino en lo más alto, pero es triste que se juegue en otro país. La final ya no es lo mismo, es como que la final de la Champions League se juegue acá. Es como una derrota para el fútbol argentino. Es lamentable que un equipo de fútbol no pueda llegar a un estadio, al ver que la llevan a Europa, se perdió todo. La final solo se está jugando porque uno tiene que ir al Mundial de Clubes", sostuvo.
Riquelme fue incluso más allá y consideró el partido como parte de la identidad nacional argentina. "Es raro, y nos pasa a todos. Hay pocas cosas que son nuestras, como el asado, el mate y el dulce de leche. Y el Superclásico nos lo acaban de quitar. No es nada lindo", agregó.
Igualmente, el exmediocampista criticó la violencia que rodeó al partido. "Fue muy raro y feo lo que pasó... No quiero que mis hijos se acostumbren a que estas cosas pasan acá. Yo me ilusionaba con que Boca fuera campeón en la cancha de River y que respeten si nos tocaban ganar", añadió.