Tomasz Kwiatkowski ha estado en el ojo del huracán hace una semana. No por su nombre, que para la mayoría aún puede ser desconocido, pero si por ser uno de los jueces que estuvo en el VAR durante la final de Qatar 2022. El arbitraje de Szymon Marciniak, principal del cotejo, no estuvo exento de polémica. Pero su colega respalda las determinaciones.
El réferi asegura que fue un encuentro complejo, pero bien dirigido. “Si tuviera que analizar el número de acciones, fueron seis goles, también en la fase de ataque hubo algunas situaciones muy cerradas de fuera de juego. Hubo tres penales, todos bien sancionados por Szymon, dos posibles roja y una simulación extremadamente difícil de Thuram, ya que una simulación es tan grave como un penal”, sostuvo.
En ese sentido, asevera que las críticas son facilistas y carentes de criterio. “Cuando estás sentado en un sillón, viendo fútbol, bebiendo cerveza y comiendo papas fritas, todo es fácil. Revisamos muchas jugadas pequeñas para ayudar a Marciniak. Esos son los secretos de nuestro trabajo que no todos conocen. El árbitro y sus asistentes se merecen todo el aplauso, ellos hicieron más fácil mi trabajo, estuvieron brillantes”, son sus palabras.
Los elogios para su colega no se detuvieron ahí, ya que agrega que su actitud es así en todos los partidos, no hizo la diferencia por ser una final. “Él tomó muy buenas decisiones, estuvo preciso, minucioso y concentrado. Tras el partido fue muy destacado, todos coincidieron que su desempeño fue sobresaliente. El partido estuvo perfectamente arbitrado. Es un juez con un carácter muy fuerte, no es fácil discutir con él, es muy exigente”, dice.
La defensa de Marciniak
En Francia apuntan contra Szymon Marciniak. Es tal el descontento por el accionar del juez, que un grupo de personas reunió firmas para repetir la final. Sin embargo, el silbante se defiende. “Lo que dicen los jugadores importa. Los franceses agradecieron tras el partido, estaban satisfechos con el arbitraje. Todos se acercaron, se dieron la mano, dieron las gracias, intercambiaron algunas palabras”, asegura.
“Tuve una charla con Hugo Lloris y Olivier Giroud. Kylian Mbappé me abrazó inesperadamente. Estaba muy triste y decepcionado por el resultado. Creo que fue un gesto tan humano. También lo abracé y traté de consolarlo, le dije que es un jugador destacado que ganó el campeonato hace cuatro años”, agrega.
El periódico L’Equipe no deja de reclamar. El medio asegura que el tercer tanto transandino, obra de Lionel Messi, debía ser anulado, por invasión al campo por parte de los suplentes. Para justificarse, el árbitro asegura que es algo que también se dio en un tanto bleu. “Los franceses no mencionaron que hay siete de ellos en el campo cuando Mbappé marca. Nada que decir, sobre todo porque en la oportunidad perdida de Kolo Muani al final del partido, varios suplentes siguen en el área de juego”, expuso, mostrando una fotografía de la jugada.
En ese sentido, Tomasz Listkiewicz, otro juez del VAR, apuntó que las reglas no son “un código penal”.
“No se puede analizar todo literalmente. Lo más importante es el espíritu del juego. Por ejemplo, existe la regla de que el juego no puede continuar sin un banderín de esquina. Imaginemos que la bandera está rota y no hay repuesto. Bueno, ¿qué diría Szymon que en la página 30 de las reglas hay tal disposición y cancelamos la final del campeonato mundial?”, propone.