El Torneo Nacional 2022 entra en tierra derecha. Con la segunda rueda en pleno desarrollo, la lucha no solo se da en la parte alta de la tabla, con Colo Colo escapado en la punta tras ganar el Superclásico. También genera interés lo que sucede en la zona baja, porque los nervios van creciendo a medida que se define el descenso. Con 20 fechas disputadas (y un partido pendiente, entre Unión Española y Católica), Deportes Antofagasta y Coquimbo Unido ocupan los dos últimos lugares. Se enfrentaron el sábado y ganaron los Pumas por 2-1, sacándose el cartel de colista. Se trata de una temporada paradojal para los antofagastinos, porque este año participaron de la fase grupal de la Copa Sudamericana, todo un hito para el CDA.

Parece ser una especie de maldición. Se ha convertido en una cruel tendencia, desde 2018 a la fecha, que representantes nacionales que participan del torneo continental son acechados por el fantasma del descenso en el mismo año. Hoy, el problema se le presenta a Antofagasta.

El proyecto 2022 lo arrancó el venezolano Juan Domingo Tolisano, pero los malos resultados lo sacaron del cargo. La buena noticia fue que lograron meterse en la ronda de grupos tras superar a Unión Española en la fase preliminar. Quedaron en el grupo F con Atlético Goianiense, Liga de Quito y Defensa y Justicia. Acabaron en el tercer puesto, con seis puntos. Más allá de esta participación internacional, el costo que corre el equipo es el riesgo de perder la categoría. Precisamente para el afán de la salvación llegó el argentino Javier Torrente, ex DT de Everton. Los Pumas apenas han ganado cuatro de los 20 encuentros de la liga chilena. Unión La Calera, otro participante de la Sudamericana, que quedó eliminado con polémica (ese escandaloso arbitraje ante Santos, en Brasil), es el que tiene menos triunfos en el campeonato: tres.

Mirando años anteriores, se repite el mismo patrón: equipos principalmente de regiones que acceden a la arena internacional, sin embargo pagan un alto costo por estar en la doble competencia.

Deportes Temuco (2018)

El equipo propiedad de Marcelo Salas pasó de bajar a un grande del continente como San Lorenzo de Almagro, a masticar el amargo sabor de perder la categoría. La campaña 2018 fue de contrapuntos muy marcados. Disputó la Copa Sudamericana, teniendo grandes actuaciones en el extranjero. Por la segunda fase, le ganó los dos partidos en cancha al Ciclón, sin embargo terminó cayendo por vía administrativa, por la mala inscripción de un jugador. Al final, la ida jugada en Buenos Aires fue un 3-0 para los transandinos, lo que terminó inclinando la llave.

Temuco ante San Lorenzo, por la Sudamericana 2018. FOTO: AGENCIAUNO

Esa eliminación terminó afectando el desarrollo del Pije en el torneo local, que ya estaba al mando de Miguel Ponce, que reemplazó a Dalcio Giovagnoli. Temuco finalizó penúltimo en el 2018, con 28 puntos, bajando a la B junto a San Luis de Quillota. En la última fecha de aquella liga cayó con la UC de Beñat San José (lo que fue el inicio de la era del tetracampeonato cruzado), lo que significó su condena.

Coquimbo Unido (2020)

Con Juan José Ribera en la banca, los piratas hicieron una campaña histórica en la Sudamericana de 2020, que finalizó en 2021 a causa de la pandemia. Alcanzaron las semifinales, en las que cayeron con Defensa y Justicia, que terminó consagrándose en la final. Lo que terminó perjudicando a Coquimbo fue que la Conmebol llevó el partido de ida, en el cual eran locales, a Paraguay.

Coquimbo Unido llegó a semifinales de la Copa en 2020. FOTO: REUTERS

Inmersos en un calendario apretado, teniendo que cumplir en ambas instancias, los aurinegros claudicaron en esta batalla altamente exigente para un plantel corto. Fueron condenados a la B al acabar en el último lugar de la tabla regular del año, con 35 puntos. Apenas ganaron nueve de 34 partidos.

Huachipato (2021)

Los acereros se metieron en la fase grupal de la Sudamericana luego de superar a Antofagasta en la ronda preliminar. Hicieron una meritoria presentación en el grupo A, acabando en el segundo lugar con ocho puntos, detrás de Rosario Central. Se dieron el gusto de vencer a San Lorenzo, en Argentina, y a 12 de Octubre, en Paraguay. El año lo terminaron estando involucrados en una de las polémicas más grandes que ha tenido el fútbol chileno en su historia reciente.

Huachipato jugó la Copa en 2021. FOTO: AGENCIAUNO

Huachipato bajó en cancha, sin embargo el escritorio cambió todo y derivó en la salvación del descenso directo de los sureños, ante la denuncia en contra de Deportes Melipilla, y que jugaran la historiada promoción ante Copiapó. Vencieron en la Región de Atacama y en el CAP de Talcahuano, con el polémico penal que cobró Francisco Gilabert. Los copiapinos alegaron ser abiertamente perjudicados.

Bonus track: la U. de Concepción (2019)

El Campanil clasificó a la Libertadores de 2019 en su condición de subcampeón en 2018. Terminó último en el grupo C, con seis unidades, en una zona que compartió con Olimpia, Godoy Cruz y Sporting Cristal. En la competencia local le fue aún peor. Acabó en el último puesto, con 23 puntos en las 24 jornadas que se disputaron en un torneo que fue interrumpido a raíz del estallido social. Debido a esto, la liga no pudo finalizar con normalidad y se determinó que no hubieran descensos para 2020. La U de Conce se salvó de bajar con esta medida administrativa, pero quedó con la mochila de los promedios para el año siguiente. Terminó descendiendo.

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