Jugar o salir del top 50: la difícil decisión que debe tomar Nicolás Jarry en Miami

El tenista nacional viajó a Estados Unidos para ver si está en condiciones de participar en el segundo Masters 1000 del año tras la fractura en el dedo meñique que sufrió en el Chile Open. Defiende los cuartos de final.
Nicolás Jarry (47º) atraviesa por un momento difícil en su carrera. El tenista de 29 años lleva 10 meses de pesadilla. Luego de haber alcanzado la final del Masters 1000 de Roma en mayo del año pasado y conseguir el mejor ranking de su carrera (16), todo se derrumbó abruptamente para el nieto de Jaime Fillol. Una neuronitis vestibular que afectó severamente su equilibrio y coordinación frenó en seco sus aspiraciones de ser top ten.
La situación fue tan compleja que Nico apenas ganó tres partidos en todo el segundo semestre y hasta no ha podido reponerse cien por ciento de este duro cuadro. Esta temporada comenzó con algo de esperanza, pues logró los cuartos de final en el ATP de Brisbane y mostró un buen nivel ante el número uno del mundo Jannik Sinner en la primera ronda del Abierto de Australia.
A pesar del optimismo inicial, lo que vino después fue muy oscuro. Primero, un cuadro viral le impidió jugar los singles de la polémica serie de Copa Davis frente a Bélgica y, posteriormente, cayó en su estreno en el ATP de Buenos Aires ante el retirado Diego Schwartzman, en un partido donde cometió 79 errores no forzados. Luego, en Río cayó en la segunda ronda y en Santiago nuevamente se despidió en el debut.
Para colmo, su pasada en el Chile Open tuvo consecuencias dramáticas, ya que sufrió una fractura en el dedo meñique del pie derecho, que le impidió jugar en Indian Wells. “Durante el partido del martes me fracturé el dedo meñique del pie de derecho. No lo noté hasta la mañana del miércoles. Tras consultar con mis médicos, tengo que mantener reposo total por lo que no podré jugar en Indian Wells. Me da mucha pena no poder jugar allí por que me agarró totalmente por sorpresa y venía jugando cada vez un poco mejor, pero lo importante es parar ahora y recuperarme bien para poder volver a entrenar cuanto antes con las máximas garantías”, comentó el chileno.

Hora de determinaciones
La situación de Jarry es sumamente difícil, pues debe tomar la decisión de jugar o no en Miami. Para ello, el chileno ya está en Florida. Y desde su equipo ven que la situación es delicada, pero aun así, prefieren esperar a que pruebe en cancha cómo está de su lesión.
El temor está en que si arriesga podría recrudecer la dolencia y el tiempo de para podría prolongarse más de lo pensado. Por eso, llevan con mucha prudencia la evolución de la fractura. Sin embargo, el gran problema de no participar es que no podrá defender los cuartos de final alcanzados el año pasado. Eso implicaría salir del top 50.
Si no es en Miami, Nicolás Jarry busca sellar su regreso al circuito en la arcilla del ATP 250 de Bucarest, que comienza a partir del 31 de marzo. Luego, figura anotado en el cuadro principal del Masters 1000 de Montecarlo.
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