Junior Fernandes, foco de las críticas. No importa en qué partido y, a estas alturas, ni siquiera la actuación del delantero. Su nombre ya genera recelo. Es que el atacante no logra despuntar en la Selección desde aquel recordado partido contra Perú de hace más de seis años (22 de marzo de 2013), en el que realizó una bicicleta sin éxito, y que le entregó la victoria a Perú en el debut de Jorge Sampaoli en la Roja. Desde aquel encuentro, los fanáticos no le perdonan nada y su mochila se vuelve cada vez más pesada.
El último antecedente, la noche del lunes en Río de Janeiro. El formado en Cobreloa ingresó en el minuto 77 del duelo ante Uruguay, pero no entró en sintonía. Intentó explotar su velocidad en la banda, sin embargo no alcanzó a sentirse cómodo y prácticamente no interactuó con la pelota. Incluso se cayó en una jugada en la que intentó controlar el balón por la banda derecha, lo que desató la molestia de los fanáticos chilenos en el Maracaná. Fue una simple acción de fútbol, pero que Junior fuese el protagonista desató las críticas. Después del encuentro, se fue en silencio. Y más tarde, otra vez la ola de cuestionamientos de los aficionados que no le perdonan nada.
Así ha transitado la historia del nacido en Tocopilla con la Roja. Una relación que se inició en 2011 (debutó en un amistoso contra Paraguay en La Serena, el 21 de diciembre de ese año) y que en los casi ocho años que suma lo ha tenido 18 veces defendiendo la camiseta del equipo. No registra goles.
Su año de mayor figuración fue en 2012, cuando disputó cinco encuentros. El mismo año en el que alcanzó, con la Universidad de Chile, tal vez el mejor rendimiento de su carrera. Y es que, tras ser campeón y figura con los azules, partió al fútbol europeo, donde se ha mantenido hasta la actualidad.
No volvió a repetir tantos partidos por la Roja en el mismo año hasta el año pasado, con Reinaldo Rueda en la banca nacional. Al entrenador colombiano le gusta el delantero y, pese a las críticas y su bajo rendimiento, lo ha defendido incluso públicamente. "Hay que hacer una revisión de las críticas, de la campaña destructiva. Son dos jugadores nuestros, íntegros, de selección nacional. Si me tengo que ir por alinearlos, me voy tranquilo. Son jugadores 500% de selección. Mientras esté acá van a ser titulares conmigo", dijo el DT en noviembre del año pasado, respecto del propio Fernandes y de Ángelo Sagal.
"Junior viene con la mochila de la bicicleta maldita esa, contra Perú", dijo el lunes por la noche el arquero Johnny Herrera, compañero de Fernandes en la U y en la Selección. "Tiene que dar vuelta la página, creer en sus condiciones... Cualquier que sepa de fútbol sabe lo que puede rendir, las condiciones que tiene", lo defendió igualmente el meta en el Canal del Fútbol.
Pero la presencia en la Selección del actual jugador del Alanyaspor turco está garantizada. A la venia futbolística del entrenador, se suma la valoración que este hace de su aporte a la convivencia. Según cuentan en la interna de la escuadra nacional, la convocatoria de Fernandes es clave para el buen estado de ánimo de Alexis Sánchez, quien actúa de manera diferente con la presencia de su amigo de toda la vida y eso, a ojos del entrenador, es clave para el andamiaje del plantel.
El extremo de 31 años no cuaja en la Selección y su relación con los aficionados, a estas alturas, parece irreconciliable. Sigue ahí, sin embargo, esperando que la próxima oportunidad sí sea fructífera.