La muerte de Diego Armando Maradona aún tiene historias por escribir. No solo han sido millones de lamentos de fanáticos y homenajes, sino que la investigación de su deceso se sigue expandiendo y esta vez tocó la puerta de Leopoldo Luque, médico del ex jugador argentino y quien decidió su última operación.

La justicia argentina, en la investigación sobre el deceso del Diez, incluyó al neurocirujano de 39 años que trabajó con él desde 2018. Incluso, la mañana de este domingo la fiscalía mandó a allanar el hogar y consultorio del especialista, el mismo con el que Maradona compartió una foto posterior a la intervención.

La investigación hacia el neurocirujano se derivó ante la molestia de la familia del astro trasandino, quienes acusan despreocupación del médico. Luque ya no hacía el seguimiento día a día, salvo el jueves 16, cuando lo visitó para retirar los puntos de la operación.

“Si de algo soy responsable es de amarlo, cuidarlo y extenderle la vida”, dijo Luque en su defensa este domingo. Agregando una descripción del trato del jugador hacia los médicos: “Diego me echó un montón de veces de su casa. Me echaba y después me llamaba. Nuestra relación era la de un padre con un hijo rebelde. Yo le hacía sugerencias que el aceptaba. Lo acompañaba hasta el dentista porque si yo no estaba al lado Diego no se sacaba una muela”.

El fallecimiento de la leyenda futbolística sigue dando que hablar, mientras que la investigación, si llega a puerto, ya entregará sus primeras conclusiones. De momento, los cercanos al doctor manifiestan verlo afectado. Queda esperar.