Hace seis meses y medio ni el hincha más optimista de Colo Colo se imaginaba levantando un trofeo. Esa tarde de febrero en Talca quedó en la historia alba por ser la primera y única vez en que el Cacique estuvo tan cerca de descender. Por eso, que lo ocurrido en esa ciudad el fin de semana recién pasado fue el corolario de un camino desde el infierno a la gloria. Y en ambas circunstancias, los jovenes fueron protagonistas.
Daniel Morón, director deportivo del cuadro popular, comenta a El Deportivo la importancia de las divisiones menores en este proceso. “Ha sido vital, porque los jóvenes en Colo Colo han aparecido en los momentos más difíciles de nuestra historia y también los más importantes. Cuando llegué el año 87, había jugadores de casa como el Chano Garrido, Jaime Pizarro, Chupete Hormazábal y el Pillo Vera, de los cuales algunos continuaron, y fuimos formando el equipo que ganó la Libertadores el 91″, recuerda.
También el exarquero pone de ejemplo los momentos más complejos. “En la quiebra también aparecieron un montón de canteranos que le pusieron el pecho a las balas y se terminó siendo campeón, y eso te da el significado de ser nacido en Colo Colo. O más recientemente, ahora, cuando muchados de 18 años se pusieron la camiseta para no descender. Ahí está el caso de Jeyson Rojas, también de Brayan Soto, que tuvo algunos minutos, y en esta temporada, Vicente Pizarro, la confirmación de Jeyson, la aparición de Bruno y Daniel Gutiérrez, Luciano Arriagada y Joan Cruz”.
En ese sentido, Morón recuerda que debió convencer a varios de estos jugadores que querían emigrar de Colo Colo. “Joan habló varias veces conmigo, porque su representante quería llevárselo a Flamengo. Nosotros le dijimos que no, porque queríamos sostener este proyecto con ocho o nueve jugadores en casa. Nos gustaría que jueguen el Campeonato Nacional, que jueguen la Libertadores y ya cuando tengan esa experiencia irse y beneficiar a Colo Colo y beneficiarse depotivamente ellos mismos. No es fácil decirle a un chico que no se vaya, los representantes los entusiasman, pero no tienen la capacidad de entendimiento que tuve yo, que jugué 20 años, y sé que esto es un proceso, que no es fácil, pero tarde o temprano llega la oportunidad. Y por eso se los explico a ellos”, afirma.
“Luciano Arriagada tenía todo listo para irse a La Calera, y yo le dije ‘quién te asegura que jugarás en La Calera. En cambio, si haces un gol va a ser noticia nacional’. Cuando volvió de la Copa América, me miraba y se reía nomás. Un gol en Colo Colo lo llevó a una Copa América”, agrega Morón, quien recuerda que tuvo conversaciones similares con Williams Alarcón, quien se fue a préstamo pero renovó en el club, y con Maximiliano Falcón. “Cuando me senté con Falcón, le dije que era ídolo y que tenía que jugar una Libertadores. Le dije que no podía volver a Uruguay, por más grande que sea Peñarol, que tenía que aspirar a Europa, México o la MLS, y eso lo entendió. A mí, personalmente, me retribuye mucho contarles mi experiencia y darte cuenta de que los jugadores te entienden”.
Formadores y no compradores
En Colo Colo están conscientes de que una de las exigencias de Gustavo Quinteros es fortalecer al equipo con refuerzos. “Hay necesidades y tenemos que buscar las mejores alternativas, tanto para el equipo como para el club. No hay que perder la perspectiva económica. A veces que ir a buscar ofertas, y en otros momentos el bolsillo da para comerse una carnecita de mejor nivel. Es lo mismo que la economía de una casa”, ejemplifica el gerente deportivo, quien alaba al cuerpo técnico; “Es excepcional y sabe conducir a un grupo joven de manera extraordinaria, que lo ha llevado a conseguir cosas”.
De todos modos, Morón les envía un mensaje de tranquilidad a los hinchas de Colo Colo. “Todos los días conversamos con Gustavo y estamos viendo juntos los refuerzos. Que no duden de que estamos haciendo todos los esfuerzos para conseguir ese objetivo”, resalta.
En la mesa de Blanco y Negro también hay mucha satisfacción con el trabajo con los jugadores jóvenes. “El aporte de los jugadores formados en casa ha sido fundamental. Lograron posicionarse de muy buena forma, fueron puntales varios de los muchachos en la obtención del título de Copa Chile y estamos convencidos de que poder generar las bases necesarias para que los jugadores formados en casa sean más protagónicos en el primer equipo masculino y femenino es clave, y creemos que es la mejor manera de reinsertar a Colo Colo en lo más alto no solo a nivel nacional, sino también internacional”, afirma Edmundo Valladares, presidente de la institución.
En ese sentido, el timonel insiste en el giro del club hacia una política formadora: “Si queremos competir a nivel internacional, no lo vamos a lograr si es por salir al mercado a comprar comparativamente con el mercado brasileño o el argentino, y al no existir un fair play financiero a nivel de Conmebol, se hace cuesta arriba. Por lo tanto, Colo Colo tiene que volver a ser un club formador en todo sentido y creemos que si logramos desarrollar un proyecto que vaya de la mano con este rol protagónico de la cantera, es la mejor manera de reinsertarnos y competir de mejor manera a nivel internacional”.
Una visión similar tiene Alfredo Stöhwing, director de la concesionaria, quien destaca la importancia de las bases. “Esto partió como el Plan 60-40 hace varios años y nos gustaría seguir desarrollando a los juveniles. Este año ya comenzó a dar frutos, siendo una doble felicidad, ya que el proyecto siempre se pensó para que esta generación, que es la Sub 17, base de la Selección que fue al Mundial, fuera el puntal. Obviamente, también se debe complementar con gente experimentada, pero es una gran alegría”, sostiene.
Asimismo, añade la clave de que la dirigencia se mantenga con una mancomunión respecto. “Efectivamente, hay bastante convicción y una opinión generalizada de privilegiar este trabajo y seguir manteniendo esta política, que le va a dar muchas satisfacciones al club”, remata.