Kanté, el jugador de rugby
El mediocampista francés es una pieza clave en el quite, pero aporta poco en la ofensiva.
N'Golo Kanté luce números llamativos en el Mundial. Es, por lejos, el jugador francés que más kilómetros recorre en la cancha. No lo hace en vano: siempre se las ingenia para estar bien ubicado. El volante del Chelsea es, también, uno de los más efectivos con la pelota en los pies. Casi siempre se la entrega a un compañero. Sin embargo, aún cuando no le quitan mérito completamente, al menos frente a Bélgica las estadísticas mueven a engaño.
El pequeño mediocampista de 1,68 concentra elogios por su actuación ante los Diablos Rojos, pero hay que tener cuidado con que se transformen en un lugar común. Según estadísticas provistas por Data Factory, ante el equipo de Roberto Martínez, recuperó el balón en seis oportunidades y volvió a tener la pelota durante mucho tiempo. También acertó mucho: 95 por ciento de efectividad. De 39 intentos, falló en apenas dos. La salvedad es que cuando lo recibió normalmente no arriesgó: buscó al receptor más cercano o, cual jugador de rugby, optó por retrasarlo a zona defensiva. Es decir, un lugar seguro. Sólo en los 33', intentó un pase ofensivo más profundo, pero falló.
Incluso, en los 87', pudo poner en riesgo la victoria francesa. Cometió un foul inncesario sobre Eden Hazard en la entrada del área. Por esa infracción, la única que registró en el encuentro, fue amonestado por primera vez en la Copa del Mundo.
Igualmente, Kanté se fue feliz. "Espero que todos seamos felices después de la final. Esto es lo que queríamos. Preparamos el partido para llegar a la final. Sólo después de la final podremos ser felices", dijo después del encuentro.
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