Si hay un jugador que ha mejorado su tenis luego de la pandemia, es Aslan Karatsev (42°). El ruso era un desconocido en el circuito hace un año, pero hoy todo es distinto. Consiguió su primer título ATP al levantar el trofeo en Dubái y reafirmó que tiene todo para mantenerse como un tenista importante dentro de la élite. Su tremenda participación en Australia hizo conocido su nombre. Ahora en los Emiratos ha demostrado que esas semifinales en el primer Grand Slam del año no fueron una casualidad.

Una final sin apelaciones. La potencia del ruso fue incontrolable para Lloyd Harris (81°), quien también se jugaba la opción de sumar su primer campeonato como profesional. El sudafricano llegó de los clasificatorios y logró bajar del torneo a varios de los favoritos. Thiem, Nishikori y Shapovalov cayeron en manos del jugador de 24 años, quien esperaba confirmar su gran nivel en el partido por el trofeo. Pero ahí apareció Aslan, el tenista incontrolable.

Fue 6-3 y 6-2 para la revelación de este 2021. Metido dentro de la cancha, Karatsev tomó la iniciativa en todos los momentos del juego, ahogando a otro tenista más durante esta semana. Prueba de aquello fue su victoria en semifinales ante Andrey Rublev. En el duelo de rusos, Aslan mostró todo lo que tiene, volviendo loco a uno de los tenistas en mejor forma del circuito. Rublev llevaba 23 partidos seguidos ganando en torneos ATP 500, la segunda mejor racha de la historia en este tipo de certámenes.

Pero Aslan está crecido. Desde agosto de 2020 que viene mejorando. Primero fue sumando victorias a nivel Challenger, después firmando sus primeras victorias ATP. Todo fue cocinándose hasta llegar a Melbourne. En el primer grande del año comenzó en las clasificatorias y metido en el puesto 114 del ranking mundial, algo que cambiaría rotundamente luego de esas dos semanas. Solo le pudo ganar Djokovic en semifinales. Pese a quedarse fuera de la definición, el ruso había ganado mucho más, un nombre dentro de los mejores.

Todo eso se coronó hoy en Dubaí. Un primer título que viene a premiar el nivel superlativo que ha logrado estos últimos meses. Aún sin auspicio de vestimenta, jugando con poleras de la temporada 2016 y zapatillas gastadas, Aslan gritó campeón por primera vez. Con 27 años el león ruso ruge fuerte. Vive un momento de ensueño y no piensa dejar pasar la oportunidad. El lunes será 28 del mundo, consiguiendo no solo su mejor marca personal, sino que sean cuatro los tenistas rusos metidos dentro el top 30.