Diestro y de revés a dos manos. Veintidós años, de espigados 1.98 metros de estatura -los mismos que Nicolás Jarry- y 85 kilógramos. Sus moldes son el astro del tenis ruso Marat Safín y Juan Martín del Potro. Ese es Karen Khachanov, el joven tenista ruso que ayer revolucionó el circuito mundial tras arrebatarle a nada menos que Novak Djokovic su invicto de 22 partidos en línea. Lo hizo, además, justo en el retorno del serbio a la cima del ranking ATP.
Nacido en Moscú el 21 de mayo de 1996, el bombardero fue desde pequeño considerado un diamante en bruto del tenis ruso. Hijo de dos médicos armenios, su padre, Abgar, fue quien más destacó en el deporte, siendo u destacado voleibolista de ligas universitarias. A los 15 años, decidieron enviarlo a Croacia para que explotara su tenis en manos de Veran Martic, ex entrenador de Goran Ivanisevic, pero tras dos temporadas decidió cambiarse a Barcelona, para someterse a los trabajos de Galo Blanco.
A los 17 años, su promisoria carrera era seguida por varios especialistas, lo que le valió recibir una wild car para disputar a esa edad su primer ATP 250, el de Moscú. Lo hizo sin debutar como tenista profesional y ocupando un anónimo puesto 808º del ATP. Allí comenzó su revolución: derrotó al español Albert Ramos (cuando este marchaba 72º) y al serbio Tanko Tipsarevic. Cayó en cuarta ronda ante Ivo Karlovic, pero ya su figura había irrumpido entre las nuevas generaciones.
Fue así su ascenso, siempre al alza. En la actualización del ranking del 6 de junio de 2016 fue su primera irrupción en el Top 100. Lo hizo después de hacerse de la final del Challenger de Samarkanda, en Uzbekistán. Fue ese su año, lo cerró como 53º, tras hacerse del Open de Chengdu.
Ahora, dos temporadas más tarde, se quedó con el primer Master 1000 ganado por un ruso desde Nikolay Davydenko en Shangai de 2009, se alza como la nueva figura del tenis soviético. En París, además de frenar a Nole, avanzó a la final tras derrotar a tres Top Ten: John Isner (9º) en octavos de final, Alexander Zverev (5º) en cuartos, y Dominic Thiem (8º) en semis.
Fanático del Real Madrid y de los Miami Heats, Karen Khachanov ayer ya consiguió posicionar su nombre a las puertas del Top Ten, y es una de las figuras que relevaran una generación dorada y en la que Rusia tiene puestas todas sus esperanzas.