No solo Noah Lyles ha hecho celebrar a Estados Unidos en la quinta jornada de los Mundiales de Atletismo. Además del oro y en los 200 metros, en el salto con garrocha también celebró el gigante norteamericano.

Sam Kendricks y el suizo Armand Duplantis fueron los protagonistas de una apasionante batalla, en la que los norteamericanos terminaron festejando. Salto a salto, ambos fueron sumando centímetros a la prueba, hasta que llegaron a los 5,97 metros de altura, la última distancia que consiguieron superar.

Probaron luego en los 6,02 mts., pero ninguno consiguió superarlos. Así, el oro se definió a la menor cantidad de fallos, donde Kendricks dominó. El bronce fue para el polaco Piotr Lisek, que quedó en los 5,87 mts.

También los 800 metros tuvieron a un norteamericano como protagonista. Donovan Brazier, el actual campeón nacional de los Estados Unidos, rompió el récord de Mundiales y se colgó el oro en los 800 metros. Frenó el crono en 1'42"34.

La plata fue para el bosnio Amel Tuka, con 1'43"47, mientras que el bronce fue para el keniata Ferguson Rotich, con 1'43"82.

En el lanzamiento de la jabalina femenino, en tanto, la australiana Kelsey-Lee Barber se quedó con el oro, con una marca de 66,56 metros. La siguieron las chinas Shiying Liu (65,88 mts.) y Huihui Lyu (65,49 mts.), plata y bronce, respectivamente.

Con estos resultados, Estados Unidos se adueñó del medallero. Ya suman 16 medallas: siete oros, siete platas y dos bronces.