"Soy el hombre más feliz del mundo, de ser el primer humano de bajar las dos horas. ahora les puedo decir a las personas que los humanos no tiene límites." fueron una de las primeras palabras que esbozó el Eliud Kipchoge tras cruzar la meta en Viena. "Ahora espero que, después de hoy, más personas en el mundo corran bajo las dos horas", agregó.
Casi instantáneamente al parar el reloj en 1h59'41", el equipo de liebres que lo ayudó a lograr la hazaña se le abanlanzó y posteriormente lo levantaron entre los hombros de todos. El récord del mundo de maratón el año pasado les agradeció: "Aprecio que hayan aceptado este trabajo", se dirigió al grupo que estaba conformado por los mejores corredores de fondo de la época actual, entre ellos figuraban los hermanos noruegos Ingebrigsten y el campeón mundial el estadounidense, Bernard Lagat, además de los ganadores de las más variadas maratones al rededor del mundo.
Para finalizar Kipchoge, explicó cual sería la motivación para llevar a cabo este proyecto: "Yo quería correr bajo las dos horas y mostrar que los humanos pueden hacer un buen trabajo que conlleva a una buena vida. Esto muestra la parte positiva del deporte. Quiero hacer el deporte interesante, para que todos los humanos quieran correr y en conjunto hacer del mundo algo hermoso."
Si bien el registro no será reconocido como récord, el día de hoy quedará marcado como una de las más grandes hazañas deportivas, el mismo Eliud Kipchoge lo consideró equivalente a la llegada a la luna. Para la IAAF será una de los hitos que marcarán el atletismo en la historia.