Lo que parecía un triunfo seguro de Brooks Koepka en el PGA Championship, tuvo un final de suspenso provocado por sus propios errores y la presión que estaba poniendo Dustin Johnson. Sin embargo, tras un mal cierre de su perseguidor, el estadounidense logró coronarse bicampeón del torneo, segundo major de la temporada, que se disputó en Nueva York.
Koepka siempre estuvo a la cabeza de la clasificación. Dos buenas primeras rondas le permitieron llegar al fin de semana con -12 y siete golpes de ventaja sobre sus escoltas. El domingo solamente había que cerrar la tarea, pero en su última vuelta a la segunda mitad del Bethpage State Park se complicó. Sus tiros caían fuera de los fairways y no tenía la precisión de los otros días en el green. Hizo cuatro bogeys seguidos, del 11 al 14, además de otros dos al inicio y término (hoyos 1 y 17). Hizo solo dos birdies.
Al mismo tiempo, pero unas banderas más adelante, Johnson le apuraba con su juego. Ante los errores del líder, DJ respondía con aciertos. Presionó con cuatro birdies en el peor momento de Koepka. Incluso, de ser siete los golpes de ventaja para el finalmente ganador, en un momento se redujo solamente a uno. Sin embargo, Johnson no supo concretar la remontada y en los hoyos 16 y 17 concluyó con sus opciones por culpa de dos bogeys. Antes, había hecho uno en la bandera 11.
Con dos hoyos aún por terminar, Brooks Koepka ya sabía que era campeón. Nadie le podía empatar. Y así, con tranquilidad, cerró su jornada gloriosa, aunque firmando su peor tarjeta del torneo. Poco importaba, pues estaba logrando su bicampeonato en el PGA Championship y su cuarto major, tras los dos Abiertos de Estados Unidos ganados en 2017 y 2018. El nuevo número uno del mundo en Nueva York se subió al cielo.