Kudelka y el mal presente de la U: "Nos hacen un gol y el equipo deja de creer"
El entrenador no eludió la autocrítica para analizar el atribulado presente de su escuadra. "¿Se me nota mucho?", respondió irónicamente por la frustración que siente por el mal juego del equipo.
No lo pasa bien Frank Kudelka en la Universidad de Chile. Desde su arribo, el equipo nunca ha respondido a las expectativas y, de hecho, a cinco fechas del final del campeonato, se ubica en el cuarto lugar, aunque a siete puntos de la UC, líder, con muy pocas opciones de pelear la corona. Además, el conjunto universitario quedó eliminado en la semifinal de la Copa Chile ante Palestino, por lo que el DT tampoco pudo cumplir el objetivo secundario que se había planteado.
"En el fútbol, no siempre dos más dos son cuatro. Nos hacen un gol y queda la sensación de que no podemos sostener nuestro juego y seguir actuando de buena manera. Creo que lo podemos lograr. Los partidos son momentos. Considero como un error no poder aprovechar con goles esos buenos momentos. Ese es un factor clave que no podemos corregir", se sinceró el estratega. "Lo hablamos, lo entrenamos, pero no hemos podido corregirlo. En estos cinco partidos tenemos que tener la firmeza para mejorar eso. Nos hacen un gol y el equipo deja de creer. Hay que mejorar eso. Y si nos marcan, tenemos que saber mantener la idea", añadió.
"¿Se me nota mucho?", respondió irónicamente, consultado por su frustración y por las complicaciones que ha tenido para encausar al equipo en torno a una idea. "Tiene mucho de realidad. Yo creo que entrenamos muy bien. Se entrena realmente muy bien. Pero dentro de los partidos, todos, no podemos llevar, o solamente lo hacemos por momentos, el plan que pretendemos. El partido pasado (en la revancha contra Palestino) cometimos dos errores fundamentales para perder el partido. Y eso no es una predisposición a acusar a quien cometió el error, porque todos nos equivocamos… El tema es que después de eso cometemos la mayor cantidad de errores. Perdemos de vista lo que tenemos que hacer. Y no he podido dominar eso. Razones y fundamentos tengo miles. Un montón. Pero sería excusarme y no comprometerme con la realidad. Sería echar culpas. Y lo que me toca es hacerme cargo. Pero es una gran verdad", aseveró.
"Desde que estamos acá siempre hablamos más de problemas que de cuestiones futbolísticas. Es una cuestión cansadora. No me quito responsabilidades. Pero es un luchar diario, permanente. En un sinnúmero de cuestiones que de pronto no son las ideales para trabajar. No le echo la culpa a nadie, pero nada es más lindo que estar en un ambiente de tranquilidad. El fútbol es algo público y hay que decir la verdad. La gente que acompaña permanentemente es la que se merece las mejores prestaciones, las mejores decisiones, las mejores actuaciones y las mejores ideas", agregó de igual manera, sin dejar de hablar de las complicaciones que ha enfrentado desde que asumió la banca azul.
"Quedan cinco partidos y tenemos que dar el máximo", expresó también, confiando en que puede cerrar el torneo dejando una mejor imagen. "Es una cuestión ética. Después el club va a decidir. No podemos negar la realidad. Termina el año y muchos se quedan y muchos se van. Mientras tanto tenemos una obligación ética, contractual, de espíritu de lucha. Tenemos que poner a la U en la mejor posición, más allá de nuestros errores", arguyó.
"Yo doy mi máximo, aunque sean mis últimos cinco partidos. Tengo que hacerlo por una cuestión ética. Me puede salir o no me puede salir. Yo veo a todos los chicos encaminados en ese aspecto. Nos puede salir bien o no. Estamos convencidos de que así será, pero si no es así, habremos dado nuestro máximo", reiteró, respaldando a sus futbolistas.
"Todo esto no pasa por cambiar sistemas o esquemas. Es un tema más profundo. Tiene que ver con el liderazgo que tenga cada uno. Pasa por una cuestión más mental y psicológica que táctica. Es una cuestión de convencimiento, y en eso me hago cargo", argumentó, dando las que estima como las claves del mal momento. "Creo que tiene que ver con el sentido de pertenencia. Nada es casualidad. Si usted vive en una casa donde no hay problemas, donde se respetan horarios, donde se respeta el horario de trabajo, donde todo se cultiva en paz, donde cada uno tiene claro qué tiene que hacer, es lógico que uno viva la vida bastante bien. Cuando tocan este tipo de situaciones y momentos no deseados, no creamos la confianza lógica y entendible que tiene que tener cualquier ser humano, todos, en cuanto a responsabilidad y derechos, para actuar bien y que un error no sea tan detonante y se pierda el sentido de hacer lo que sale bien. No creo que los problemas pasen por algo táctico. Me parece que es un problema con una solución más a largo plazo. Los jugadores trabajan muy bien. No tengo ninguna crítica a eso. Su predisposición, su respeto, su generosidad… Necesitamos llevarlos a su capacidad máxima y eso no está ocurriendo", sentenció.
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