Tiene recién 22 años, pero eso no ha sido impedimento para que Benjamín Kuscevic ya haya portado la jineta de capitán de la UC, jugado por la Roja de Rueda y esté enfrentando su segunda Libertadores. Todo como titular de un equipo que mañana pondrá en juego el liderato de Colo Colo.
¿Cómo saboreó el triunfo ante Rosario Central?
Era sobre todo importante revertir la imagen dejada ante Libertad, para sacarnos la espina. Se nos complicó, con errores que no pueden ocurrir en la Copa, pero no nos rendimos.
Justo en una seguidilla de partidos complejos.
Esta es una semana bien complicada. Por eso ya dimos vuelta la página, hoy pensamos en Colo Colo.
Ganar en la Copa eleva el ánimo.
Uno llega con otro envión. Así como antes fue importante vencer a La Calera para llegar con la confianza a tope con Central. Estos dos triunfos nos dan ánimo para el clásico.
Está en un buen momento.
Sí, sin duda, pero más que por algo personal, es por algo colectivo.
¿Aprendió de sus errores, como la roja con San Lorenzo en 2017?
Tenía 20 años, era mi primera Libertadores. Trato de quedarme con las cosas buenas y malas, esa fue una mala, pero también hubo buenas. Hay que aprender más de la cosas a corregir. Y me sirvió.
¿Cuánto ayuda la competencia con Lanaro, Vidal y Huerta?
Hace que uno no se pueda relajar y estar todo el rato compitiendo al máximo nivel, aunque siempre leal. Entre nosotros hay buena relación, comentamos las cosas buenas y malas. Es un crecimiento para todos.
Llegan y se van centrales y usted sigue jugando, ¿cómo lo toma?
Uno sabe que en Católica siempre van a llegar jugadores, porque está obligada a ganar todo. Uno nunca va a tener un puesto seguro y eso todos lo saben, sobre todo los que nos criamos acá. Hay que remar contra eso. Y ahí depende de uno, sea quien sea el que llegue o se vaya.
¿Cuesta el cambio de switch?
Casi todos ya hemos vivido esta situación y sabemos cómo hacerlo. No afecta mayormente. Es una motivación extra jugar la Copa, pero en el torneo tenemos otra muy grande, que es el bicampeonato.
¿Le gustan las rotaciones?
Es normal. El técnico tiene que ir moviendo piezas y ver qué quiere en cada partido. Pero eso es lo bueno de estar en Católica: el plantel es muy grande y están todos preparados. Cuando hay cambios prácticamente no se nota. El que entra lo hace igual o mejor, como con Calera.
¿Cómo analiza a Colo Colo?
Es un gran equipo, conocemos a Mario y cómo trabaja, es muy intenso. Va a ser durísimo, pero si queremos ser bicampeones hay que ganarle a todos y en cualquier estadio.
¿Puede ser desventaja que Salas los conozca demasiado?
Nos topamos en el torneo de verano y no fue tan así, ha cambiado casi la mitad del plantel. Y Gustavo tiene una forma de juego que ellos ahora tienen que saber contrarrestarla. No creo que sea tan simple como decir que Mario nos conoce y a sus jugadores les dé instrucciones.
¿Cómo recuerda a Salas?
Un gran técnico, de una personalidad muy fuerte. Recuerdo sobre todo sus ganas de ganar y lo pasional que era en las derrotas y victorias.
¿Cómo es jugar contra Paredes?
Es de los mejores jugadores, si no el mejor, que he enfrentado tanto a nivel nacional como internacional. Es un jugadorazo, tiene capacidades únicas y por eso ha logrado lo que logró. Más allá de la edad, cuando lo enfrento, si no estoy al máximo, Paredes me pasa por encima.
¿Es muy complejo marcarlo?
Sí, se mueve y lee muy bien el juego. Técnicamente es superior a la gran mayoría. La única forma de contrarrestarlo es que cada uno esté en su mejor día. Si no, va a ser muy difícil. Ya nos ha tocado marcarlo y sabemos que tenemos que estar al 100, porque no perdona ninguna.
¿Cómo le ha ido en el Monumental a usted?
Perdí los tres partidos. No he ganado... el domingo será la primera vez.
¿Una suerte de revancha?
Sí, en un estadio complicado, pero nada especial. Va a ser difícil, pero la verdad es que a mí personalmente no me intimida en nada el Monumental. Vamos a salir a ganar.
¿Cómo se ha tomado llevar la jineta de la UC a sus 22 años?
Es un orgullo. A mí me encanta. Tengo grandes ejemplos: alcancé a estar con Milo, Huaso, Chapa, Toselli. Trato de seguirlos y si me toca, hacerlo con responsabilidad.
¿Cuánto le sirvió su paso por el Real Madrid Castilla?
Fue un cambio fuerte. Me fui siendo un niño y volví más adulto. Es otro fútbol, otro ritmo. Es verdad que no era Primera, pero estar en el Madrid te enseña cosas que luego se ocupan.
¿Piensa en partir otra vez?
Honestamente, en este momento no. Hay tiempo para todo y mi sueño hoy es hacer una gran Libertadores, porque creo que no tenemos techo si jugamos como sabemos. También sería un sueño el bicampeonato. Partir no es lo que está en mi cabeza ahora, tengo otras prioridades.
¿Dentro de esas prioridades es ser el recambio de la Selección?
Ese es otro sueño que tengo. Pienso en ir a una Copa América, uno se ilusiona. Hay que estar al 100 porque si no, uno no sirve.
¿Ir a la Copa América es un objetivo, un sueño, una prioridad?
Un sueño. No te miento que me encantaría estar, voy a pelear para estar, pero aún es un sueño. Aunque puedo transformarlo en objetivo. Voy a matarme para que se dé.
Ahora ni fue opción por acuerdo.
Es un momento complicado. Todos quieren estar en la Selección, pero jugar una Supercopa no se da todos los días. Y al final son decisiones que pasan más allá del jugador. Solo hay que rendir, en la Selección o en el club.
¿Qué ha aportado Quinteros?
Como equipo nos ha servido mucho. Tiene otra idea de juego que Beñat, con quien nos fue muy bien, pero no mostrábamos nuestro mejor fútbol, o quizás el que la gente quiere y el que nosotros en algún momento queríamos. Nos ha servido mucho salir a presionar más adelante, tener más posesión de la pelota y ser más decisivos arriba.
¿Y en lo personal?
Me ha ayudado muchísimo, no solo él, también su cuerpo técnico. Me han dado mucha confianza, me corrigen constantemente y aunque sean detalles, me lo dicen todo. Eso me sirve mucho. Personalmente me gusta que me digan las cosas, es la forma de aprender aunque duela.
¿Lo han hecho mejor futbolista?
Sí, sin duda que me han hecho crecer. Se crece con todos los técnicos, todos enseñan algo, pero mentiría si dijera que en estos meses no me han hecho mejor futbolista. Ha sido así.