En los 69′ del partido entre Chile y Uruguay, Luciano Arriagada cumplía otro sueño de niñez. A los 19 años, el delantero de Colo Colo ingresaba al campo de juego en reemplazo de Ben Brereton. Era su debut en un partido oficial por la Roja. En la Copa América y ante Uruguay, se graduaba de grande. Minutos después, le tocaría enfrentar a Fernando Muslera. El disparo que pudo convertirse en su primer gol por el combinado nacional se fue desviado por poco.
La última jugada justifica la sensación contradictoria con la que quedó el delantero del Cacique después del duelo. “Me sentí muy feliz. Es un sueño realizado, que tenía desde muy niño. Es un sueño, también de toda mi familia, así que me sentí muy emocionado al ingresar al campo de juego junto a grandes jugadores, como son mis compañeros, y frente a un gran rival, como es Uruguay”, parte reconociendo.
Sin embargo, la jugada que pudo transformarlo en un insospechado héroe aún le da vueltas en la cabeza. “Sentí mucha rabia en el momento, por el hecho de que no entró la pelota, pero, de todas maneras, quedé muy feliz por la oportunidad que se me dio. Sé que a la otra entrará”, enfatiza.
El encargo de Lasarte
Después, detalla qué le pidió Lasarte al momento de mandarlo al campo de juego. “El técnico me pidió que usara mi velocidad para atacar los espacios. Lamentablemente con la lesión de Erick quedamos con uno menos y se dificultó un poco más el tema del ataque. En fase defensiva también me pidió muchas cosas que era quedarme con el volante central, ayudarme un poco en la defensa. Creo que lo hice de la mejor manera por Chile”, resume.
Finalmente, analiza a Paraguay. “Es un rival muy difícil, con jugadores importantes. Además, sabemos que el técnico nos conoce, porque fue ayudante de Bielsa en su momento, pero el equipo está muy unido, convencido. Queremos sacar la mayor cantidad de puntos, para quedar bien posicionados”.