Vidal mira a su derecha y no encuentra lo que busca. Mira a su izquierda y nada. Se da vuelta entonces y exclama: "¡Andrónico! ¡Andrónico! Tomémonos una foto con los niños". El llamado del Rey Arturo recibe una respuesta inmediata y Andrónico (Luksic, el presidente de Quiñenco, que se quedó pegado viendo a un niño con kilos de más entrenando como arquero) se apura para sumarse al cuadro. Entre gritos infantiles, aplausos y risas, dos de los personajes más influyentes del país llenan el espacio en la cancha sintética del estadio Municipal de San Joaquín.
La ocasión que une al futbolista del Barcelona con el empresario es el lanzamiento oficial del programa Reyes de Barrio, un plan que nació en marzo de 2018 tras un diálogo por Twitter entre ambos. Hoy, ocho meses después de su fundación, ya aglutina a 700 niños en 12 escuelas de fútbol, repartidos en 11 comunas de Santiago. "Y la meta es llegar a mil antes de fin de año", expresa Luksic.
Cerca del mediodía llegaron al estadio las figuras principales del acto. En el mismo auto, después de dar algunas vueltas por las calles de San Joaquín, las calles donde creció el King. Tiempo suficiente para ponerse al día. Luksic le consultó a Vidal por su tobillo izquierdo, el que se esguinzó en la Copa América. También le preguntó si se quedaba en el Barcelona. También hubo tiempo para proyectar las escuelas de fútbol, pensando en que no sean solamente una excusa para que niños jueguen a la pelota. Todo muy relajado, como aquella primera cita en un restaurant de Múnich, en abril del año pasado, donde se conocieron. Días de antes de que el volante ganara su última Bundesliga con el Bayern.
Esa reunión fue con asesores de uno y otro lado. Hoy, en cambio, la relación entre Vidal y Luksic es mucho más directa. Un mensaje de WhatsApp de un extremo a otro. Bromas, buenos deseos, coordinación por el proyecto conjunto. También alguna felicitación, como la que el millonario le envió al futbolista después de eliminar a Colombia en los cuartos de final de Brasil 2019. Conversan muy seguido. Para la Copa América, por ejemplo, antes de cada partido se mandaban un mensaje.
"Hay una muy buena relación. Nos unió este proyecto de apoyo a los niños. Todo partió por Twitter y ahora ves en lo que se ha convertido. Es increíble", comentó Luksic tras la ceremonia, vestido con una camiseta blanca encima de su traje y un jockey con el escudo de Reyes de Barrio. La fundación Impulso Inicial, de propiedad del empresario de 65 años, aporta 400 millones de pesos al plan que cuenta con 50 profesores, un psicólogo infantil y dos asistentes sociales. El objetivo es llegar a 15 comunas antes de que termine 2019.
"Volvimos a creer"
Arturo Vidal, por su condición de ídolo de la casa, obviamente genera mucho más interés. Los niños no dejan de pedirle una foto o un autógrafo. Algunos se conforman con un simple apretón de mano. El mediocampista igual entrega su último repaso a lo hecho por la Selección en la Copa. "Volvimos a creer en nosotros. Mejoramos lo que se había hecho después de la eliminación, cuando todo el mundo pensaba que éramos los más malos. Lo que viene creo que va a ser muy interesante", sentenció.
Para variar, el Rey recibió preguntas sobre Claudio Bravo. "Ya no voy a hablar de los jugadores que no están. Me voy a dedicar solo a descansar y que el profe decida quién tiene que estar", expuso. Lo que sí resaltó Vidal es que la generación dorada no ha muerto: "Esperamos que siga por mucho, que ojalá no se termine, que se vayan sumando jugadores, pero que se sigan quedando los que han ganado más cosas para que les den experiencia y consejos a los más chicos".
Otro par de fotos para completar la jornada, antes de despedirse con un afectuoso abrazo. Es complicado hacer mucho más con tanto niño jugando y saltando alrededor. El WhatsApp entre Luksic y Vidal queda abierto para otra conversación.