“Peso y tengo la misma grasa que cuando tenía 18″

¿La alta competencia es para menores de 35 años?

La edad no importa mucho. Hoy vemos a Cristiano, Zlatan, que juegan en la más alta categoría con más de 35 años. Puede ser que la mejor versión del deportista no llegue a esa edad, aunque ahora se rompen récords mundiales pasados los 35. Se puede seguir siendo parte del alto rendimiento con más edad.

¿A sus 35 años está en el peak de su rendimiento?

Sí, me he sentido muy bien al pasar de los años. Uno va cambiando algunas cosas. Se va acomodando, entendiendo el deporte de mejor manera. El tema mental y el conocimiento del cuerpo de uno influye. En mi caso, la edad me ha ayudado para ir mejorando mi rendimiento.

¿Tiene un mejor rendimiento que cuando tenía 22 años?

Sí. Es que siempre tuve muy claro que mi rendimiento iba a ir subiendo por cómo veía el juego. Necesitaba ir ganando confianza. Por mi forma de ser, un poco tímido. Sabía que mejoraría. Estar en grandes equipos te ayuda a ir ganando confianza y eso te ayuda en el rendimiento.

Pero a mayor edad cuesta más recuperarse...

Es que uno es más consciente. Escucha más al cuerpo de más grande. El tema de la recuperación es algo hay que ponerle más cuidado cuando pasan los años. Llevar el cuerpo al límite es más riesgoso. Me recupero harto con alimentación, masajes, la recovery, el hielo y el jacuzzi.

¿De quién es la responsabilidad de que se retarde la edad de retirada?

Creo que va de la mano del aumento de la ciencia en el deporte. El tema de la recuperación y la alimentación también ha cambiado. Hay mucha información que te ayuda para que el contexto no sea ya el retirarse a los 33 o 34 años, como antes. Hoy hay mucho conocimiento y factores que te ayudan a alargar las carreras.

A José Pedro Fuenzalida lo discuten como capitán algunos hinchas molestos. Desde la UC aseguran que su jineta no está en duda. Foto: Agencia Uno

¿Pero hay una frontera de edad para proyectar el retiro?

No, la edad no. Es algo individual ahora. Pero influye mucho, más allá de la edad, la forma en que uno enfrenta sus carreras. Ha cambiado mucho. Es cosa de ver los Juegos Olímpicos: la edad de los velocistas aumentó mucho. Y fue por la ciencia. No hay fronteras para la edad, pero cerca de los 40 hay una barrera difícil de superar. Va más por el desgaste de la competencia, que se siente más. Uno no deja la actividad por el rendimiento, sino por el desgaste.

¿Qué porcentaje de grasa y peso tiene hoy?

Peso 65 kilos y el porcentaje de grasa que tengo es del 7%.

¿Mejor o peor que a los 20 años?

Tengo las mismas medidas. Peso y tengo la misma grasa que cuando tenía 18 años.

¿Tener más de 35 no significa poseer una menor condición física que uno de 25 años?

No, va mucho en cómo se entrena. Esta cuarentena aproveché de correr más que toda mi vida. Alcancé niveles que nunca había logrado. Pero llevan un proceso, porque me conocí más en algunas cosas. Los niveles pueden ser los mismos.

¿Corre menos que un futbolista de 25 años?

La distancia depende mucho del tipo de partido. Yo lo analizo por eso. Y por cómo se da el partido: si estamos todo el partido atacando, los tramos recorridos serán más cortos. No le doy tanto énfasis al número en sí, más allá de que siempre hago 10 o 10,5 kilómetros.

¿No se siente en desventaja física al estar en avanzada edad?

No, puede haber una diferencia en la recuperación. Él más chico por ahí juega el domingo y el miércoles está más recuperado que yo. Sé que puedo estar más cansado, pero lo que a mí me importa es que mi rendimiento no decaiga.

¿El descanso es clave?

El descanso es fundamental. La rutina es tratar de dormir mínimo siete, ocho o nueve horas diarias. Y una siesta de 30 minutos tras el entrenamiento para recuperarme.

¿Qué rol cumple la mente?

Esa es la mayor clave. El tema físico se puede, uno puede estar bien. Yo entreno con ex atletas, tipos de 48 años que están impecables, que corren igual que nosotros. La diferencia con ellos está en la recuperación, en la energía que se gasta. Pero la mente es lo fundamental: tener las ganas de llegar a buenos niveles físicos, de jugar cada cuatro días, pensar que se puede hacer.

¿La ciencia también dejará a los jugadores debutar antes?

No. Hoy entre un jugador con experiencia, que quizás no te rinde lo mismo, y el de 17, se prefiere al que influye más en el juego. La edad de los jugadores mayores está aumentando, se está más vigente, lo que impide a que los jugadores más chico jueguen. Ahora hay más jugadores y tienen menos espacios.

Federer elige los torneos para no exigirse ¿Cómo lo maneja usted?

Tal como Federer elige sus torneos, uno maneja sus cargas. Trato de no faltar a los entrenamientos, de estar siempre. Pero durante el mismo entrenamiento uno se cuida más y sabe hasta qué límite puedes llegar. Un desgaste innecesario en un entrenamiento lo puedes sentir después en el partido. Hay que saber medirse. Es clave conocerse.

¿La tecnología ha ayudado a alargar la carrera?

El GPS nos ayuda a ver nuestras cargas, nos miden y nosotros damos nuestro parecer de las sensaciones del partido y el entrenamiento. A veces uno no se siente bien, pero el GPS nos dice cómo estuvimos realmente. Te ayuda a comparar el rendimiento con las sensaciones. Sirve para no estresarse, porque te avisa si estás dentro de los márgenes de partidos anteriores.

¿Y el avance de la medicina para tratar lesiones?

El tratamiento de la lesión ha cambiado. Hoy la vuelta al ejercicio es más rápida. Antes era una semana parado con mucho trabajo de camilla. Hoy se vuelve mucho más rápido a activar, a trotar. La medicina ha evolucionado y eso también es clave. Te puedes exigir más al límite. Es probable que aparezcan más lesiones, pero sabes que te puedes recuperar rápido por la tecnología.

¿En qué basa su dieta?

Es bien balanceada. Me cuido y consumo harta verdura y fruta. Proteínas y carbohidratos, lo justo y necesario. Como cosas que me permitan sentirme con energía. No evito nada. Trato de comer bien, sin dejar de repente de lado su postre.

¿Suplementos alimenticios?

No, bien poco. No tengo mucho conocimiento de cómo se toman. No sé cómo hacerlo y prefiero hacerlo con comida saludable. Mi señora me ayuda harto en eso.

¿Mide las calorías consumidas?

No, nada. Todos los días me peso, pero me cuido dentro de márgenes normales. Veo cómo me siento. No me vuelvo loco tampoco.

¿Comida chatarra?

Casi nada. Al llevar una dieta saludable eso te hace sentir mal. Uno queda pesado, mal de la guata. En vez de pedir comida rápida, pido un buen lomito o churrasco donde sé que la carne es buena.

¿Alcohol? ¿Fuma?

Poco, muy poco. Tomador social, pero muy poco. No fumo.