El domingo, Deportes Valdivia debía enfrentar a Cobreloa, en Calama. Sin embargo, el club de la región de Los Ríos ni siquiera viajó al norte. Y menos se presentó en el estadio Zorros del Desierto. La explicación obedecía al brote de coronavirus en el club, que se traducía en cuatro casos. La ANFP declinó suspender el partido y, hoy, responsabiliza al Torreón por la situación.
A través de una declaración pública, la entidad que preside Pablo Milad aborda el caso. “En sesión extraordinaria realizada el domingo 8 del presente, el Directorio de la ANFP, por unanimidad, tomó la decisión de NO suspender el partido entre Cobreloa y Deportes Valdivia, a la luz de los antecedentes que se tuvieron a la vista, entregados por la autoridad sanitaria”, sostiene a modo de introducción.
Luego define la responsabilidad del club del Calle Calle. “Se concluyó que el Club Deportes Valdivia incumplió los protocolos sanitarios establecidos por la autoridad para el control del Covid-19, presentando deficiencias graves en la trazabilidad de los contagios”, apunta.
En ese contexto, la ANFP culpa a los valdivianos de generar un escenario aún más complicado. “La gravedad radica en que se puso en riesgo, no sólo la práctica del fútbol, sino que también a la población en general, por los vuelos que realizó la delegación para enfrentar a Deportes Copiapó y luego volver a Santiago, donde se concentró a la espera del encuentro ante Cobreloa", sostiene.