La ANFP firmó ayer una jornada surrealista. Jugó por la mañana a quitarle un gol de hace nueves años a Esteban Paredes, haciendo trizas el registro de 216 por el que hace nueve meses se convirtió en goleador histórico del fútbol chileno y fue pomposamente condecorado en el mismo Quilín con Sebastián Moreno a la cabeza. Y por la noche, tras observar el bochorno y ver que era su organismo el que quedaba retratado, reculó y se lo devolvió.
Rodrigo Robles, el gerente de ligas, fue el autor del pronunciamiento nuevo y repentino sobre un viejo conflicto por un gol de 2011, y también el que puso voz al rectificado. El tanto zarandeado lo convirtió Paredes, pero el resultado, 2-2 se tranformó en secretaría en 0-3 para Cobresal por por alineación irregular de Joan Muñoz en Colo Colo.
Así que por la mañana, Robles dijo en As que se lo quitaba: “Tenemos registros históricos. Paredes tiene 215 goles y comparte el récord con Chamaco. Nuestro criterio se rige en la información oficial del partido, que consigna un 0-3 a favor de Cobresal. Hay que ceñirse al reglamento”. Y por la noche envió un audio a los medios diciendo que se lo devolvía: “En línea con el homenaje que recibió Paredes en octubre de 2019 quiero precisar que su cantidad de goles contabilizados es 216 y por eso se le galardonó”.
“Me da mucha risa lo que se habla ahora. Cada uno sabe por qué lo hace. Yo sé que logré el récord”, había declarado el afectado Paredes a Tele 13 antes de recuperar el récord birlado. Otra vez suma 216.