Tras el análisis del partido. ¿Qué conclusión saca?
Bien. No estaba tan nerviosa. Cuando entré a la cancha me dio un poquito de nervio, pero luego sentí que el partido lo había vivido antes. No existió ese nerviosismo de no saber cómo lo iba a hacer. He trabajado para tener las herramientas necesarias para hacerlo bien.
Usted que conoce el medio, ¿esto es un hecho aislado o veremos más árbitras como usted dirigiendo partidos de hombres?
Aquí se trabaja en conjunto. Todo es igual para todos. Se trabajan con las mismas directrices, pero a través de planteles. Es transversal. Se trabaja para todos iguales.
Pero no me dijo si cree que esto se repetirá.
Hay un trabajo de años de la Comisión. Mi objetivo siempre fue clasificar a un Mundial femenino. Estoy en el arbitraje hace 13 años y ese fue mi sueño. Y haber arbitrado ahora un partido masculino vino de regalo. Fue algo que nunca esperé. Trabajé mucho, y me empezaron a dar partidos de varones sub 17 y sub 19, y con asesores, y yo focalizada en lo mío, porque sabía que en el Mundial sub 17 nos jugábamos la vida. Nos fue bien y esto fue como un regalo.
Ayer parecía que los jugadores no sabían cómo hablarle.
¡SÍ! Estaban tímidos, pero después se soltaron. Era algo nuevo para ambos. Para mí estar ahí, y para ellos ser arbitrados por una mujer. Pero después se dio lo normal del juego, lo que siempre pasa.
Y pese a la poca gente, se escucharon comentarios inapropiados hacia usted.
Es parte del fútbol. Sea hombre o mujer, el árbitro nunca va a recibir un piropo tipo: "Bien, árbitro". No va a existir. Entro a la cancha y no escucho a la gente de afuera. Recién ahora vi unos link donde me di cuenta lo que me decían, pero es parte del fútbol.
Pero hubo comentarios específicamente sexistas.
Es que si viera a esas personas, a los que me insultan, les diría que tiene que evolucionar. Que vea otras cosas, que vea la tele, otros países. Este año ha sido tan movido el tema de la mujer en la sociedad, que yo no los consideraría como sexista o este estilo.
¿Es feminista?
No, no creo ser feminista. Siempre he sido de la idea de que ambos sexos son capaces de hacer cualquier cosa. No, no me considero. Hago las cosas porque soy capaz de hacer las cosas, no porque el medio me premie. Creo tener las habilidades y las herramientas para desarrollarlas, pero feminista no. No creo en la igualdad, sino en la equidad. Estoy en un trabajo equitativo. No me gusta la palabra igualdad, sino equidad. Si me dan las mismas herramientas y puedo llegar allá, perfecto. Si no, perfecto también.