Pablo Aránguiz asume que sobre él están cifradas gran parte de las esperanzas de Universidad de Chile de alcanzar a Universidad Católica. Y también que en el retorno después del receso obligado por el coronavirus, su nivel está por debajo del que tenía antes de que se declarara la pandemia. “Hay que ser autocrítico. En lo personal no había iniciado de buena manera, cómo había terminado en la pandemia. Quizás soy yo el que se limita un poco. Me estoy entrenando duro para ser el mismo que terminó previo a la pandemia”, enfatiza en la rueda de prensa telemática que ofrece desde el CDA.
"Soy bastante autocrítico. Sé que se espera mucho más de mí. Al correr de los partidos me he sentido mucho mejor y espero llegar al nivel previo a la pandemia”, sostiene respecto del rendimiento que incluso cautivó al seleccionador Reinaldo Rueda, quien llegó a compararlo con Jorge Valdivia.
El mediocampista laico repara también en el carácter especial que tendrá el duelo frente a los hispanos desde la perspectiva persona. “Será un partido especial para mí. Entrar a Santa Laura y vestirse en el camarín de la visita...", dice. Aunque sitúa lo más importante en la disputa que azules y rojos animan en la tabla, en la que están separados por dos unidades. "Será un partido duro por cómo va la tabla. Nos estamos preparando de muy buena manera. Sabemos las virtudes de Unión. Es un equipo que juega muy bien”, analiza respecto del rival.
El mediocampista le asigna al duelo ante los hispanos una importancia clave en la lucha por darle alcance a Universidad Católica. “Depende de nosotros. Primero nos toca Unión y después Católica. Son dos rivales directos para nosotros. Un equipo grande como la U siempre está con la obligación de pelear en la parte alta. Vamos en buen camino y paso a paso", sentencia.