La vivada de Alexis mete a Chile en Qatar. Quizás fue como uno de los tantos goles que anotó en Tocopilla, en sus inicios detrás de un balón. Esas anotaciones llenas de picardía, suficientes para ganarse el abrazo de sus amigos de la infancia.
En Paraguay, sin embargo, el escenario era totalmente diferente. Quizás el calor de Tocopilla en algo se asemejaba a la situación vivida en Asunción. Bajo el calor que acostumbra a golpear a la ciudad guaraní, la avivada del futbolista del Inter de Milán fue decisiva para que la Selección volviese a sumar de a tres unidades, en la victoria por la cuenta mínima frente a Paraguay.
Corría el minuto 10 del segundo tiempo y el equipo de Lasarte dominaba el juego, pero sin profundidad. Alexis, un poco más retrasado, casi en labores de habilitador, poco lograba conectar con Brereton, su socio del área. Machete, desde la banca, intentaba transmitirle a sus dirigidos tranquilidad.
Vidal, por su parte, probaba desde larga distancia. Su remate incomodaba al portero Antony Silva, que no tuvo otra opción que enviar el disparo al córner. Fue en ese momento, a los 11′ del segundo tiempo, cuando Alexis acomodó el balón y se puso las manos en la cintura. Pensó y miró, mientras el juez Lousteau lo invitaba a jugar.
El formado en Cobreloa no se inquietó por la presión del juez ni menos por los insultos de los fanáticos que llenaron el Defensores del Chaco. Miró al centro del área y vio como Maripán y Medel arrastraban marcas. No había mucha alternativas para batir la portería local.
Pero hubo una mirada clave. El Rey Arturo, su gran socio en el Inter, lo miró de reojo. Fue suficiente para que el Niño Maravilla entendiera el mensaje: balón envenenado al primer palo, que contó con la pantalla del Rey, que terminó confundiendo al portero guaraní. Silva, en su afán de despejar, terminó enredado con sus pies y despejando el balón a su propio arco.
La anotación sorprendió a todos. Al propio Alexis, que levantó los brazos para abrazarse con sus compañeros de la banca de la Roja, que estaban a pocos metros de distancia. Al montoncito de la celebración se fue sumando Vidal, Maripán y Medel. A pocos metros, en el arco local, Silva solo atinaba a golpear el suelo, en una señal que resumía su frustración.
Alexis y un autogol que mete a la Roja en Qatar 2022. Una avivada, de esas que tanto ha tenido en su carrera, y que comenzó a prepararlas en sus inicios en las calles de Tocopilla, hoy meten al bicampeón de América con pasajes directos al próximo Mundial.