Triunfos así son doblemente reconfortantes, tiene un sabor muchísimo mejor, más aún si se trata de un grupo de chicos que pretenden ser el anhelado recambio de la selección chilena. Otra vez, el combinado nacional accede a un Mundial Sub 17, una inédita tercera Copa del Mundo consecutiva.

La Baby Roja de Hernán Caputto alcanzó un triunfo épico e inolvidable. Fue 2-4 sobre Uruguay. El gran mérito es que la clasificación se logra remontando un marcador en contra, lo que hace mucho más meritorio y aplaudible lo que hizo el equipo nacional.

En lo futbolístico, la gran novedad fue el retorno de Luis Rojas, quien no estuvo ante Argentina por suspensión. Esa inclusión, sumada a la presencia de Gonzalo Tapia y de Alexander Aravena, le daban más herramientas a la Selección en materia ofensiva. No obstante, el partido no empezó cómodo para la Roja.

Ya en 20 minutos de juego, Uruguay estaba arriba 2-0, gracias a los aciertos de Arezo y de Olivera. El elenco charrúa fue más profundo en sus ataques, sobre todo el uso de las bandas. Remates de distancia y balones detenidos eran las armas de Chile para acercarse al arco contrario, sin mucho peligro. Chile no tenía una buena presentación, no obstante se abrió una ventana en el complemento. La Baby Roja fue más incisiva, con lo cual fue más certera.

En dos minutos, los nacionales igualaron el marcador. Primero, Luis Rojas le revienta el arco a González luego de un hermoso pase de Vicente Pizarro (hijo de tigre). Más tarde, Benjamín Osses empata tras conectar un centro atrás de Aravena. Parece que el entretiempo sirvió, porque Chile despertó. El rostro fue muy distinto entre un tiempo y otro, una mayor actitud que permitió la hazaña.

El ejemplo de esto llegó casi al final, cuando un tiro de Aravena se cuela en la portería uruguaya y da vuelta las cifras. En los descuentos, otro tanto de Osses sirvió para cerrar una jornada que comenzó con dudas pero terminó con la fiesta más alegre posible, para un grupo de jugadores que arribó al Sudamericano con un perfil bajo, pero que ahora son cara conocida para cualquier hincha porque llevan a Chile a otro Mundial, uno que se disputará en noviembre en Brasil (también clasificó Argentina).

Con el primer objetivo alcanzado, la Baby Roja tiene la opción de luchar por el título del Sudamericano. Este domingo choca con Paraguay. Soñar no cuesta nada.