“La batalla fue más contra la altura que contra los jugadores bolivianos”: la prensa de Venezuela lamenta el escenario del partido

Bolivia goleó 4-0 a Venezuela, en El Alto. La selección altiplánica llevó el partido más allá de La Paz y se jugó a 4.150 metros de altitud. “El fútbol está hecho de detalles”, anticipaba el nuevo DT de los locales, Óscar Villegas. En la Vinotinto intentaron tomar precauciones, sin embargo, no dieron resultado. Las consecuencias más notorias por jugar en altitud tienen que ver con la falta de oxígeno, produciendo dificultades respiratorias y fatiga más rápida. Los futbolistas que no estén adaptados pueden experimentar mareos y falta de concentración lo problemas cardiovascular y deshidratación también son comunes.

En ese contexto, en Venezuela lamentan la determinación de haber llevado el duelo a tal lejanía del nivel del mar. “Los dirigidos por Fernando Batista no encontraron el rumbo del compromiso en ningún tramo del partido. Físicamente fueron superados por los rivales, los cuales están familiarizados con el recinto y la altura (4.100 msnm) ya que casi todos juegan en Bolivia”, señalaron en el periódico llanero Líder, luego del partido.

Por otro lado, el medio La Patilla, valoró lo expuesto por el combinado venezolano y enfatizó en que el resultado se dio más por las condiciones climáticas que por una superioridad futbolística de los locales. “En una tarde desafiante para los guerreros de la Vinotinto, la selección venezolana cayó 4-0 frente Bolivia en el Estadio Municipal de El Alto, ubicado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar en el partido correspondiente por la séptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Fútbol Norteamérica 2026. Un escenario complicado por donde se lo mire, donde el equipo criollo intentó, sin éxito, adaptarse a las duras condiciones de la altura y al ímpetu de los locales. Los goles del conjunto altiplánico fueron marcados por Ramiro Vaca, Carmelo Algarañaz, Miguel Terceros y Enzo Monteiros”, proponen.

“Si algo hay que reconocerle a esta Vinotinto es que, incluso cuando todo parecía perdido, nunca dejó de luchar. Machís, desde su entrada, fue el jugador más peligroso para los criollos. Al minuto 69, protagonizó una gran jugada individual por la izquierda, pero su disparo se fue apenas desviado. Fue la mejor ocasión del equipo en el segundo tiempo, y aunque el marcador no se movió, el volante dejó una impresión positiva”, agregan, destacando la actitud de sus compatriotas.

“El pitazo final dejó a Venezuela con las manos vacías y una derrota que, si bien dolorosa, no define su camino hacia el Mundial. El 3-0 puede parecer contundente, pero quienes estuvieron en El Alto saben que la batalla fue más contra la altura que contra los jugadores bolivianos. Los criollos aún se mantiene en la lucha por la clasificación, pero esta derrota lo haría perder el cuarto lugar en la tabla a la espera de lo que hagan las otras selecciones. Con nueve puntos, ahora la Vinotinto deberá recibir en Maturín a la garra charrúa, que si bien, están plagados de bajas importantes, siguen siendo un equipo duro de enfrentar”, enfatizan.