La bomba de tiempo que le explotó en la cara a Colo Colo por Jordhy Thompson
El mediocampista cumple su primera jornada en prisión preventiva en el penal Santiago 1, después de ser formalizado por femicidio frustrado en contra de su pareja, Camila Sepúlveda, y desacato respecto de la medida cautelar que le prohibía acercarse a la víctima. En Macul desecharon jugosas propuestas que pudieron haber cambiado esa situación.
Jordhy Thompson cumple su primera jornada en prisión preventiva. Sobre el volante de Colo Colo, imputado por femicidio frustrado en contra de su pareja, Camila Sepúlveda, y por desacato a la orden judicial que le impedía acercarse a la víctima, pesa ahora la medida cautelar más drástica: estará encerrado por los 45 días que el 14º Juzgado de Garantía de Santiago determinó como plazo para la investigación, lo de que por sí lo hará perderse el resto de la temporada.
El panorama es sombrío para el futbolista, considerado en su momento como la principal promesa que habían producido las divisiones inferiores del Cacique en el último tiempo, quien había aceptado la suspensión condicional del procedimiento en una denuncia anterior. Al quebrantar las disposiciones judiciales, quedó expuesto a la reapertura de la causa y, por ende, a un juicio que podría resultar lapidario para sus aspiraciones personales y deportivas. El femicidio frustrado acarrea penas que fluctúan entre el presidio mayor en su grado máximo al presidio perpetuo. Es decir, parte en los 10 años y un día de privación de libertad.
La bomba de tiempo
Colo Colo estaba advertido de un eventual desenlace traumático. Aunque la justicia había ordenado el alejamiento de Thompson respecto de Sepúlveda, era un hecho que ambos habían retomado el vínculo. De hecho, hubo publicaciones de redes sociales e incluso de medios de comunicación que los exhibieron en eventos sociales. En algunos de ellos, junto a integrantes del equipo albo, lo que da cuenta de que en el club manejaban, cuando menos desde la informalidad, que el nortino había vuelto a acercarse a su novia.
Varios estaban seguros de que, tarde o temprano, la cercanía resultaría perjudicial para ambos y que derivaría en una nueva crisis. En el entorno del jugador, de hecho, comenzó a hablarse de la ‘bomba de tiempo’, en alusión al riesgo de una explosión de condiciones traumáticas, como la que finalmente se produjo. El relato de la fiscal Patricia Villablanca ahorra consideraciones en ese sentido. “El 6 de noviembre a las 00.05 horas, en el interior del domicilio ubicado en Vicuña Mackenna de la comuna de La Florida, el imputado, quien estaba bajo los efectos del alcohol, comienza una discusión con su conviviente por celos”, sostiene la persecutora. “A raíz de lo cual la insulta, para en un momento dado, abalanzarse sobre ella comenzando a tirarle el pelo, gritándole ‘te odio’, tomándole la cara y propinándole golpes de puño en el rostro, mordiéndola en el brazo izquierdo. La víctima con gritos comienza a pedir ayuda, mientras el imputado le grita ‘cállate gila conch...’, y por el objeto de darle muerte, le tapa la boca y nariz con sus manos, subiéndola a la cama, donde la toma del cuello, comienza a asfixiarla, mientras le grita ‘te odio, te odio maraca conch...’”, agregó en su exposición.
Sepúlveda relató el momento más riesgoso para su integridad y para su vida. “Él estaba primero con el cuello, después me tapaba la boca y la nariz, y mientras yo trataba de sacarlo, me apretaba de nuevo el cuello y así era constantemente todo el rato”, detalló. “Golpeé la tele, era la única forma para que él se calmara, como asustarlo un poco, y ahí yo me fracturé el dedo”, amplió.
La metáfora dejó de ser tal: la bomba de tiempo había explotado y había dejado heridas en la víctima. Thompson fue denunciado por Sepúlveda a Carabineros, que detuvo al jugador. “Nos parece que, por características, por la forma en que se ejerció la violencia, la cantidad, del imputado hacia la víctima, los lugares vitales, tomarla del cuello, intentar asfixiarle; son acciones que son claras de que el imputado buscaba quitarle la vida a la víctima. Con esos antecedentes creemos que se encuentra presente el dolo”, argumentó la fiscal Villablanca.
Las propuestas
A mediados de agosto, surgieron varias opciones para torcer la historia. O, al menos, para intentarlo. El Twente, de Países Bajos, y el Qarabag, de Azerbaiyán, acercaron onerosas propuestas para la cesión del futbolista. Los europeos pusieron sobre la mesa US$ 250 mil por el préstamo y se manifestaron abiertos a negociar la opción de compra por el pase del jugador. Los euroasiáticos, en tanto, se encantaron después de ver in situ el partido entre los albos y Everton, en Viña del Mar, la mejor presentación de Thompson en la temporada, en la que incluso anotó un gol, el sexto del año.
Por esos días, aunque en el Monumental ya estaba instalada la convicción de que buscarle una salida sería conveniente para todas las partes. Principalmente, porque, en la teoría, sacarle de Santiago le alejaría de su pareja y, por lo tanto, restaría un elemento a la combinación que tanto daño les estaba causando a ambos. Había eso sí, un poderoso argumento que los hacía dudar: Thompson se había convertido en una pieza clave para el funcionamiento del equipo de Gustavo Quinteros. Cargado hacia la derecha de la fase más ofensiva del mediocampo albo, sus amagues hacia el interior causaban estragos y le permitían desenfundar una zurda venenosa. El técnico, por cierto, se había involucrado directamente en el intento por recuperarle. De hecho, en el período en que fue confinado a la Casa Alba, como un intento de enrielarle, se acercó en varias ocasiones para conversarle y hacerle sentir que, por su capacidad, no podía perderse.
Hubo un último intento por sacarle del país. El interesado más entusiasta en sus servicios fue el Tijuana. Los aztecas accedieron a todos los requerimientos económicos del Cacique. Aceptaron pagar los US$ 300 mil dólares que los albos pedían por el préstamo y añadieron una cifra concreta a la opción de compra del pase del jugador: US$ 1,5 millones. Es decir, daban por hecho que se quedarían con Thompson. Los mexicanos ni siquiera recibieron una respuesta de parte de Blanco y Negro. Hoy, la concesionaria alba arriesga perderlo todo. El bombazo, por cierto, ya se había sentido.
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