A casi 26 años de la participación de Chile en el Mundial de Francia 1998, siguen apareciendo anécdotas y situaciones vividas por el plantel. Hace varios meses, Ricardo Abumohor reveló que Marcelo Salas no quiso intercambiar en primera instancia su camiseta con Roberto Baggio. Una demostración del carácter del artillero, a quien tampoco no le gustaban las bromas.

Días después del empate ante Italia y luego ante Austria, el formado en Universidad de Chile ofreció una entrevista a Canal 13. En medio del diálogo, al artillero que estaba cerca de fichar por la Lazio le lanzaron agua. De inmediato, la conversación se vio interrumpida. “Ya po’, cabros, cabréense, estamos trabajando”, dijo Patricio Oñate, el notero que estaba con Salas.

Luego tuvo un infructuoso intento de continuar con la charla, pero ahora fue el exatacante quien pidió parar. “Paren, pueden cortar un poquito. ¿Por qué no le decís que pare, que yo lo hago nada a él?”, interrumpió el Matador. “Viene de arriba, están Zamorano y Estay”, explicó el otrora goleador, delatando, con visible molestia, a los compañeros que le lanzaron el liquido.

Marcelo Salas, junto a Iván Zamorano, celebra uno de sus goles a Italia en Francia 1998. Foto: @fifacom_es/Twitter

En la entrevista con la televisión, el máximo artillero de la Roja en la última cita planetaria del siglo pasado también demostraba como era su actitud dentro del campo. Justo antes de que se diera la situación con el vaso de agua, Marcelo Salas estaba diciendo que descartaba que jugaría con menos intensidad ante Camerún, pese a que una tarjeta amarilla podía privarlo del duelo ante Brasil, por los octavos de final del máximo certamen. “No estamos pensando en no meter la pierna por una eventual suspensión, entraremos a jugar nomás, y si pasa, bueno”, declaraba.

Más allá de la broma que le gastó Zamorano, ambos han señalado que su relación era buena. Eran los emblemas de la generación que fue al Mundial en Francia, y si bien no son cercanos, se les ha visto compartir en eventos hasta la actualidad. “Con Iván no nos llevábamos pésimo, sólo que no compartíamos más allá del entrenamiento. Hasta el día de hoy tenemos una muy buena relación, pero mi grupo eran (Sebastián) Rozental, (Esteban) Valencia, los más chicos”, declaró en 2020 al medio Catenaccio Sports.

Por su parte, el ex Inter de Milán y Real Madrid también ha tenido buenas palabras para su excompañero. “Éramos dos jugadores que entendíamos el gol de muy de cerca, nos conocíamos a la perfección en la cancha, él sabía dónde yo iba a estar, dónde iba a estar él, era una complementación perfecta, nos conocíamos de memoria”, dijo hace algún tiempo en una transmisión de Instagram.

Sigue en El Deportivo