Thierry Henry dejó una huella imborrable en el fútbol. El delantero francés se ganó todo los aplausos durante una época, principalmente defendiendo la camiseta del Arsenal y Barcelona.
Hoy, sin embargo, aprovecha su popularidad para desahogarse e intentar servir de ejemplo para muchos jóvenes que se inician en la actividad. Lo hace como entrenador de la Selección Sub 21 de Francia, en medio de una entrevista concedida al medio The Diary Ceo. Reconoce lo duro que resultó su infancia y los grandes sacrificios que tuvo que hacer.
“Crecí en un barrio normal. Si entiendes por normal por todo lo que ello conlleva. Ladrones, armas, peleas, felicidad, diferente comida, diferentes religiones, diversidad. Yo siempre dije que fue lo mejor para mí, para entender cómo era el mundo”, comenzó contando.
La separación de sus padres, sin embargo, lo marcó. “Se divorciaron cuando tenía siete, ocho años. Entonces mi padre se fue de mi casa, pero él estaba presente cuando yo iba a los entrenamientos o a los partidos, o venía de vez en cuando, pero técnicamente me crié con mi madre. Incluso cuando ellos estaban juntos no veía ese amor, ese afecto, abrazos. Cuando yo crecí, no conocía esto. Más creciendo en este tipo de barrios. Tenía que intentar ser fuerte y no llorar. Tenía un problema o una pelea, llegaba a casa y a la pregunta de cómo había ido el día tenía que decir que bien”.
Su padre fue uno de los que más dolores le provocó. Su relación se volvió tensa, algo lejana. Más cuando convirtió seis goles durante un cotejo y no recibió ningún tipo de halago de su progenitor. “Yo sabía si mi padre estaba feliz o no, lo sentía. Yo podía sentir si estaba feliz o no, llegamos al coche, silencio, ¿debería hablar? ¿no debería hablar? No lo sé. ‘¿Entonces estás feliz’? Y su respuesta: claro, pero fallaste este control, este centro, esto, aquello, entonces llegaba a casa de mi madre, subía con la cabeza gacha y mi madre me preguntaba si había perdido y yo le decía que ganamos 6-0 con seis goles míos y ella me miraba”, relató. “No puedo estar enfadado con alguien que intentó hacer lo mejor y educó con las herramientas que tenía. Yo no tengo las mismas herramientas, tengo más y mis hijos tendrán muchas más”.
Para cerrar, la estrella de la selección de Francia reveló que tuvo que lidiar con la depresión. “A lo largo de mi carrera estuve deprimido. Para entender esto hay que remontarse a cuando yo era joven. Cuando era niño no recibía cariño. Cuando mi padre me abrazó lo primero que dijo fue: este bebé será un futbolista increíble. Él me moldeó, era duro. Siempre tuve el miedo y la presión de complacer a los demás con mi fútbol y mi dinero hasta que un día mi novia y mis hijos empezaron a llorar por la persona que soy. Y entonces te sientes humano (...) Mentí durante mucho tiempo porque la sociedad no estaba preparada para escuchar lo que tenía que decir. Pero te soy sincero: a lo largo de mi carrera, probablemente pasé por períodos de depresión. Soy la persona que soy por esos momentos”, cerró.