La odisea copera de Colo Colo tuvo una parada compleja y zafó. Su “final” en Perú terminó en un acontecido empate 1-1, que lo mantiene con vida de cara a los octavos de final de la Copa Libertadores. Al sacar cuatro puntos de nueve posibles como local, el margen quedó reducido a lo mínimo para el Cacique: sumar afuera era obligatorio. El primero de estos desafíos resultó cuesta arriba, sin embargo tiene una última bala.
Los antecedentes eran halagüeños para los intereses albos, a raíz de los malos resultados de los “Íntimos de La Victoria” en el certamen continental. Su último triunfo como local en el torneo fue en 2012, mientras que en la última década apenas ganaron una vez en la Copa (2-1 sobre Libertad de Paraguay, en 2023). O sea, las posibilidades estaban para el cuadro popular, que llegó a Matute con el recuerdo vivo de su experiencia en la edición de 2022, donde vivió una verdadera farra ante los blanquiazules en el Estadio Nacional, donde Juan Martín Lucero anduvo con la pólvora mojada.
De vez en cuando, Jorge Almirón sorprende. Se viste de alquimista y prueba fórmulas distintas a lo que frecuentemente muestra en Colo Colo. En esta ocasión, apostó por la línea de tres en el fondo, con Esteban Pavez como líbero, un mediocampo nutrido (Vidal, Pizarro y Gil, más dos laterales-punteros) y Palacios flotando en el ataque para acompañar a Damián Pizarro. En los 45 minutos iniciales, esto no resultó. Ni en defensa ni en ataque.
Alianza comenzó presionando, empujado también por la efervescencia de su público. Lo bueno para los colocolinos es que, con el pasar de los minutos, logró bajar el ímpetu de los peruanos. En el fondo, el cambio en la estructura defensiva le generó ripios a los blancos, que vistieron de dorado. Sin hacer un ataque profundo, el local hacía daño. Rozó la apertura de la cuenta en los 19′, pero le anularon el gol a Hernán Barcos por fuera de juego. Era un llamado de atención.
Pese a contar con la posesión de la pelota (en el primer tiempo registraron el 62%), aquello no iba de la mano con una generación de fútbol pulcra o intensa, ni por el medio ni por las bandas. Por cierto, Colo Colo no tuvo remates a portería en el primer lapso. El dato de la tenencia se vuelve estéril si no se traduce en ocasiones en el área rival. Si ante Fluminense, en Macul, el drama fue no tener gol (desperdiciar lo que se generó), en territorio limeño la situación era la escasez de oportunidades, sabiendo que no tenía margen para enredar puntos.
El panorama empezó a socavarse al filo del descanso, por un error propio. Una serie de fallas defensivas le entregaron en bandeja la opción de la apertura de la cuenta al longevo artillero Hernán Barcos, quien cabecea el balón interrumpiendo la salida de Esteban Pavez. Un yerro grosero del capitán albo, en su propia área, le regaló el 1-0 a Alianza. Dos errores se entrelazaron en la misma acción, sumando una mala salida de Cortés. Peor, imposible.
Se podía prever algún cambio para el complemento, ya sea de nombres o de dibujo. Pero no. Almirón mantuvo la estructura para el reinicio del juego. Y por el trámite de lo que sucedía en la cancha, Colo Colo pedía agitar el tablero (volver al 4-3-3, por ejemplo) para enmendar un camino que iba directo al despeñadero. Además, el partido se fue tornando áspero, negocio total para los peruanos. Que el tiempo corra.
Un tiro desviado de Gil, en los 48′, era lo más peligroso que generó el Cacique, que requería otra cosa para tratar de hacerle daño a un rival que se fue acuartelando en su terreno y saliendo de contra, al tener la ventaja de su lado. Si el partido ya estaba cuesta arriba, la expulsión de Damián Pizarro dejó a Colo Colo contra las cuerdas. En los 64′, el joven ariete, de ingrata presentación, recibió la roja directa (ya tenía amarilla) por una fuerte infracción revisada en el VAR.
El fútbol tiene esas cosas que cuestan explicar. Los albos estuvieron a un paso del nocaut con el 2-0 de Alianza, pero zafó del golpe y encontró luz al final del túnel con un 1-1 que no se veía por donde. En los 68′, Barcos marcó el segundo, pero se anuló por fuera de juego. Diez minutos después, un impecable cabezazo de Arturo Vidal le dio la igualdad a los albos, que era como un triunfo por el devenir del encuentro.
El punto mantiene con vida al equipo chileno de cara a la jornada final de los grupos. Queda con cinco puntos, en el tercer lugar de la zona, junto a Cerro Porteño (que juega este jueves ante Fluminense, en Brasil), precisamente el rival del partido definitorio, en Paraguay. Y no estará Vidal, quien se fue expulsado en los descuentos. Tampoco Damián Pizarro. El 29 de mayo, habrá un mano a mano ante el Ciclón de Barrio Obrero.
Ficha del partido
Alianza Lima: A. Campos (85′, F. Saravia); J. Ramos (31′, M. Huamán), C. Zambrano, R. Garcés (85′, J. D’Arrigo); S. Rodríguez; F. Zanelatto (83′, C. Neira), C. Cabellos, A. Arregui (83′, C. Waterman), J. P. Freytes; K. Serna y H. Barcos. DT: A. Restrepo.
Colo Colo: B. Cortés; A. Saldivia, E. Pavez, M. Falcón; M. Bolados (70′, C. Zavala), A. Vidal, V. Pizarro (70′, O. Opazo), L. Gil (88′, E. Amor), E. Wiemberg; D. Pizarro y C. Palacios (83′, G. Paiva). DT: J. Almirón.
Goles: 1-0, 42′, Barcos, de cabeza tras una grosera falla de Pavez en la salida; 1-1, 78′, Vidal, cabezazo tras centro de Zavala.
Árbitro: Y. Falcón (ARG). Amonestó a Garcés, Zanelatto, Rodríguez (AL); D. Pizarro, Bolados, Vidal, Pavez (CC). En los 65′, expulsa a D. Pizarro (CC) con roja directa. En los 90′+3′, expulsa a Vidal (CC) con doble amarilla.
Estadio Alejandro Villanueva, Lima. Asistieron 30 mil personas, aprox.