La Universidad Católica y la Universidad de Concepción animarán el partido más atractivo del fin de semana. Una final, según definen en ambos elencos. Un duelo que podría comenzar a definir el destino del torneo.

El líder y el sublíder, a dos puntos de distancia, con cinco fechas por delante, frente a frente. No hay espacio para dudas. El que gane, será indefectiblemente el principal candidato al título.

Por lo mismo, en San Carlos de Apoquindo se jugarán mucho más que tres puntos. Y por eso, también, la tensión aumenta en ambos elencos. "Es un partido trascendental. Será muy cerrado y disputado. Tenemos que afinar los detalles y mantener la cabeza fría", dice el arquero penquista, Cristián Muñoz. "Habrá mucha presión... Los más experimentados ayudan a los más jóvenes a mantener la calma", asegura, en tanto, el zaguero cruzado Benjamín Kuscevic.

Hay consenso entre los futbolistas y los expertos lo reafirman: este duelo se juega con la cabeza. "Hay cuestiones de tensión y motivación que influirán. Ambos equipos, que me consta trabajan bien la parte emocional, requieren niveles máximos de concentración", expresa, por su parte, Alexi Ponce, sicólogo del Centro de Alto Rendimiento.

Será una prueba de fuego para los elencos involucrados, que ya han luchado contra el vértigo de la punta del torneo durante todo el desarrollo del mismo. La UC, por ejemplo, pese a que ha dominado desde el inicio, ha flaqueado en los momentos de tensión y apenas se impuso en uno de sus duelos clave (contra Colo Colo en la 24ª fecha). Antes, cayó con los albos y apenas empató ante la U, la propia U. de Concepción, Antofagasta y La Calera, los otros protagonistas del certamen.

Lo mismo ha ocurrido en la Octava Región. El equipo de Bozán supo mantenerse firme al principio, se impuso a Colo Colo y la U y se instaló como aspirante a la corona, pero luego apenas igualó con sus rivales directos (la propia UC y Unión La Calera) y después cayó contra Antofagasta, dejando ir una inmejorable opción para escalar a la cima. Esta vez, eso sí, el que flaquee podría pagarlo demasiado caro.