La mañana del jueves 12 de julio parecía ser como cualquier otra de invierno. Sin embargo, hacia el mediodía una noticia remeció al deporte chileno: Natalia Duco, la atleta más importante desde Marlene Ahrens, arrojaba positivo por GHRP-6, un péptido inyectable que promueve la liberación de la hormona del crecimiento contenida en la glándula pituitaria. Además, estimula y refuerza el sistema inmunológico y actúa como un fuerte anabolizante, permitiendo ganancia muscular, reforzándola significativamente. Un método expresamente prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje.
"Hoy fui notificada por el CNCD (Comisión Nacional de Control de Dopaje) por una suspensión provisional. Estoy asesorándome y averiguando los pasos a seguir. Como siempre he actuado a lo largo de mi carrera, aclararé esta situación de manera transparente. Gracias a todos por sus mensajes y preocupación", fue la respuesta inmediata de la deportista, a través de sus redes sociales.
La muestra había sido tomada en abril, durante un control sorpresa al que fue sometida en su domicilio, debido a que la balista esta suscrita al Grupo Registrado de Control, el que integran deportistas del más alto nivel, quienes deben estar identificables en todo momento. Luego, la sustancia fue enviada al laboratorio de París, que determinó el positivo, que fue notificado ese 12 de julio.
Desde ese día, en que se aprestaba a participar en una de las fechas de la Diamond League en Marruecos, la carrera de la lanzadora de bala, suspendida de forma provisional hasta la sentencia, ha estado en vilo. Natalia renunció a la contramuestra. Es decir, no bajó a discutir que efectivamente esa sustancia prohibida se encontraba en su cuerpo.
La sanfelipeña buscó ayuda para enfrentar al Tribunal de Expertos en Dopaje, el organismo encargado de entregar el veredicto y la sentencia del caso. Así, el estudio de abogados Bofill Mir & Álvarez Jana se hizo cargo de su defensa de forma gratuita, "en razón de la destacada carrera de la deportista y de su importancia para el desarrollo del deporte en Chile". El dinero se lo gastó en contratar a un reputado bufete español que consiguió reducir o liberar algunos casos previos de dopaje.
Después de varias postergaciones solicitadas por su propia defensa, Duco entregó sus descargos al TED a fines de octubre. "Tuve la oportunidad de dar mi historia y mi descargo. Presentar todas las pruebas posibles de que nunca he ingerido ninguna sustancia con la intención de hacer trampa", expresó esa tarde. No negó la sustancia, sino la intención con la que acudió a ella.
El episodio sacudió Chile y la atleta recibió más apoyo que reproches por sus pares. No obstante, la muestra de los deportistas chilenos que representan esta encuesta vieron el suceso como el de mayor impacto deportivo del año. Muchos de ellos habían compartido con Duco apenas unos meses antes en el transcurso de los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, Bolivia, donde se colgó el oro tras ganar su prueba.
En unas semanas, la atleta de 29 años conocerá su castigo. La sanción que le espera (los entendidos aseguran que le caerán dos años) la dejaría fuera de los Panamericanos de Lima, el próximo año. Lo que está más en el alambre es si llegaría para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Todo depende de lo que acuerde el Tribunal.