Es acaso una de las deportistas chilenas más carismáticas de los últimos años y, por cierto, la atleta más exitosa desde Marlene Ahrens. Una imagen que contagiaba alegría y un ejemplo para la juventud. Sin embargo, esa construcción se derrumbó al menos por ahora. Natalia Duco arrojó positivo tras un examen de orina sorpresa realizado en su domicilio por la Comisión Nacional de Control de Dopaje, el pasado 19 de abril, un mes antes de los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, donde la sanfelipeña obtuvo el oro.
La balista es una de las deportistas que pertenece al Grupo Registrado de Control, el que integran deportistas del más alto nivel, quienes deben estar identificables en todo momento, a través de un sistema informático, sometiéndose a las reglas nacionales e internacionales para la prevención del dopaje (el conocido Plan Adams). Es por esta razón que la muestra fue tomada en la casa de la atleta.
El resultado arrojó la presencia de GHRP-6, una sustancia sintética, que permite estimular la hormona del crecimiento (ver página 31).
La noticia, adelantada por La Tercera al mediodía de ayer, causó revuelo. Incluso, en la misma deportista, quien se mostró sorprendida y dijo no tener antecedentes. Sin embargo, el CNCD asegura que ya la había notificado a través de un correo electrónico. Como el examen se realizó fuera de competencia, sólo la deportista y la Federación tenían el derecho de ser informados de la situación.
En horas de la tarde, la deportista, quien se encontraba en Marruecos para su debut en la Diamond League (en la que ya no podrá participar), se pronunció. "Hoy fui notificada por el CNCD por una suspensión provisional. Estoy asesorándome y averiguando los pasos a seguir. Como siempre he actuado a lo largo de mi carrera, aclararé esta situación de manera transparente. Gracias a todos por sus mensajes y preocupación", escribió en sus redes sociales.
El gobierno expresó su apoyo a la lanzadora, a través de un inédito comunicado. Mientras que la Fedachi se mostró más cauta y manifestó que esperará el resultado del proceso, aunque lamentó la situación de Duco.
Dada las características de la sustancia, que el Codigo Mundial sanciona como "método prohibido", la atleta arriesga hasta cuatro años de suspensión. De ser así, se anularían todos sus registros desde el 19 de abril en adelante, incluido el oro en Cochabamba, y se despediría de la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En los próximos días, se fijará la fecha de la audiencia, en la que la CNCD entregará las pruebas que acusan a la lanzadora de bala, quien a su vez tiene derecho a solicitar la Muestra B (se toma al mismo tiempo que la A) y hasta que se retire la suspensión provisoria. Después vendrá la hora de defender su inocencia y ahí apostar por una rebaja de la pena o buscar la absolución.