La Calera se agobia con el calendario
Los cementeros solicitaron aplazar su duelo con Antofagasta, pero la petición fue denegada. Tendrán que jugar este viernes en el norte, tres días después del choque con Tolima.
La Calera no quiere jugar tan seguido, el peaje de tener que compaginar la Sudamericana con su condición de puntero en el torneo. El 21 de octubre, previo a que se programara la última fecha de la primera rueda, solicitó a la ANFP que se le aplazara el duelo ante Antofagasta. La petición fue denegada. Así que tendrá que jugar hoy ante Deportes Tolima, el viernes ante los Pumas, en el norte, y el próximo martes la revancha en Colombia frente al equipo cafetero. Como todos.
Sin embargo, La Calera sí ve agravios. Los expone Martín Iribarne, quien asumió hace unos meses la gerencia del club: “A veces uno espera un gesto de la ANFP con los clubes que estamos representando a Chile. No somos muchos. En su momento se le reprogramaron partidos a la UC y a Colo Colo. No entiendo por qué la negativa con nosotros. Como club tenemos muy buena disposición e incluso constantemente estamos prestando jugadores para el microciclo”.
“Más que la cantidad de partidos en pocos días es por todo lo que involucra viajar. Son muchos exámenes PCR, días de viaje, entre otras cosas. También tenemos un plantel corto. Somos un club de esfuerzo, que quiere representar de la mejor manera a Chile. Uno espera a veces que eso se considere”, cierra Iribarne, que llegó a La Calera luego de participar en el directorio de la ANFP y enfrentarse a Moreno por el caso Wiemberg (“mientras estuve en el directorio de la ANFP actué de manera independiente, nadie me mandataba”, asegura).
El calendario no es el único motivo de queja en la Copa. Ayer, el Estudiantes de Mérida, rival de Coquimbo el jueves, cargó contra el gobierno chileno por no dejar ingresar al país a futbolistas con episodios de Covid que la Conmebol sí habilita para jugar. La doble vara del coronavirus.
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