La Calera y Everton llegaban a definir su llave en la Copa Sudamericana con un rendimiento bastante regular. Los cementeros están duodécimos en el Campeonato Chileno, con tres puntos, y los ruleteros se ubican en el casillero catorce, con dos unidades, ambos con dos encuentros jugados.
Por lo que no extrañó que el primer tiempo fuese más bien de estudio y sin ese vértigo que se espera de una definición. De hecho, tuvieron que pasar veinte minutos para que la emoción llegara a El Teniente de Rancagua, cuando César Pérez ya celebraba el gol y Tomás Asta-Buruaga la saca de la línea con una palomita espectacular.
Era más Calera y lo demostró cuando Franco Soldano estrelló su remate en el travesaño, tras una mala salida de Everton y una buena jugada urdida de los rivales (31′). Parecía que el partido prendía, sin embargo, los minutos corrieron y el entretiempo sacó del letargo a quienes llegaron al principal recinto deportivo de la región de O’Higgins.
La segunda etapa parecía una repetición del inicio hasta que los viñamarinos decidieron ir en busca del tanto que los metiera en la fase de grupos del torneo continental. Fue así como Braian Martínez quedó solo frente al portero Matías Ibañez y remató en busca de la red, pero una pierna milagrosa sacó ese balón al tiro de esquina (58′).
Establecido el dominio, las chances no llegaban. Y era tanta la descoordinación que Matías Campos López no logró parar un balón en plena área, tras buen centro de Martínez, desperdiciendo una clara oportunidad para Everton. Por lo que apareció una vieja ley que existe en el fútbol: si no anotas en el arco contrario, te marcan en el propio.
Fue así como tras un córner servido por Pérez, apareció solo Nicolás Ferreyra, se disfrazó de goleador y con un remate medio pifiado batió al portero Ignacio González (83′). Era el corolario de un partido que se iba a definir por un detalle, por un error, y quien consiguiera abrir la cuenta, iba a quedarse con los pasajes para la fase de grupos de la Sudamericana. Fue Calera y Everton se quedará en la competencia local.
Con este resultado, La Calera logra abrochar su participación a la Copa Sudamericana. Y, de paso, recibir un cuantioso cheque de un millón de dólares por participar en el certamen continental, además de la recaudación que aporta cada partido ganado, y de cada encuentro organizado en calidad de local.