Un triunfo trabajado. Debería haber sido por cuatro, pero el juez no cobró dos goles válidos. Los cementeros trepan en la tabla, Temuco no levanta y se hunde.

Primer tiempo: deslucido. Cargado de táctica y estudio, pero carente de profundidad. Temuco fue más, una fuerza que antepuso las ganas por sobre la elaboración, quizás el punto más debil de los sureños en lo que va del año. Los caleranos se apegaron al libreto de Victor Rivero: equipo ordenado, paciente en esperar al rival y de salida explosiva, comandada por la figura de Brian Fernández.

Resultado justo hasta que llegó la polémica. Un cabezazo de Rodríguez, luego de un lanzamiento de esquina, fue tapado a medias por Gamonal. La pelota siguió su curso hacia el arco, Cepeda rechazó el balón en la línea y todo siguió su curso. ¿El balón traspasó la línea? Las imágenes no dejan en claro si es que ingresó el 100%.

El complemento llegó con otro error grosero de la terna arbitral que perjudicó a la visita. Tras un tiro libre llovido al área de los sureños, Abán pivoteó y Rodríguez marcó. Los caleranos celebraron por varios segundos la apertura de la cuenta. El asistente lo invalidó por una supuesta posición de adelanto. El uruguayo estaba notoriamente habilitado.

La justicia para los cementeros llegó en los pies de su figura máxima: Brian Rodríguez. A los 61' recibió fuera del área y un violento zapatazo vulneró a Gamonal. El balón fue tan esquinado que rozó el palo. Golazo de la perla argentina. ¿Justicia divina? Sí. Los caleranos merecían ir ganando por dos.

De ahí en más la figura de Arias de agigantó. Dos tapadones a quemarropa del recientemente citado por Rueda, permitieron que los caleranos conservaran la ventaja. La lápida fue puesta en los descuentos por Barbieri cuando el partido expiraba, tras un remate cruzado. Gran triunfo calerano. Ya están quintos.